CAMPAÑA SOLIDARIA CON HEROICO PUEBLO COLOMBIANO
En todo el mundo: piquetes unificados frente a las embajadas y consulados de Colombia
Por David Morera Herrera
El día 10 de mayo a las 10:30am en San José, Costa Rica, se realizó un plantón solidario con el hermano y heroico pueblo colombiano, a pesar de la llovizna. La actividad fue convocada por el Comité de Solidaridad con las Víctimas de la Violencia en Colombia y Ecos de Colombia- Migración y Refugio.
Una importante delegación del PRT se hizo presente, agitando pancartas, banderas y consignas, en unidad de acción con otras delegaciones políticas, como la Juventud Obrera, organizaciones sindicales y, sobre todo, residentes provenientes de Colombia.
SE VINO EL ESTALLIDO
La contra-reforma fiscal en Colombia detonó el estallido. Se trata de un proyecto nefasto de Duque y sus compinches, muy similar a la que impusieron en Costa Rica, antes de la pandemia. Aquí en Costa Rica la dirección sindical se desgastó en largas marchas e interminables reuniones insulsas con el Gobierno Carlos Alvarado. De esa forma, el Gobierno de Costa Rica aprovechó el “diálogo” como distractor para avanzar y finalmente aprobar a golpe de tambor el paquetazo fiscal en el parlamento, con el consenso de los otros partidos de los ricos. Pareciera que es la misma estrategia de Duque, títere de la oligarquía y del FMI. Por eso denunciamos la farsa de diálogo.
SÍ DUQUE NO REPRESENTA UNA DICTADURA: ¿QUÉ ES?
El Estado colombiano, y sus tenebrosos ejército, policía, ESMAD y paramilitares, (armados hasta los dientes por el Pentágono norteamericano), tienen una larga historia sangrienta. Incluso, la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ligada al otrora poderoso aparato estalinista mundial); con la ayuda del castrismo cubano, y bajo el Gobierno anterior de Santos, se desmovilizó militarmente y adoptó la vía electoral. Cambio su nombre a Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (similar al anterior intento fallido que hizo con la Unión Patriótica).
Resultado funesto: la masacre sistemática perpetrada por los paramilitares y el ejército (monstruo de dos cabezas) de las y los guerrilleros desmovilizados en toda la geografía colombiana. Si se suma a ello los niveles de miseria en que ha hundido esa brutal oligarquía al pueblo colombiano, entendemos por qué hoy Colombia es el epicentro, la vanguardia, de la lucha de clases en América Latina.
¿QUÉ HACER?
En primer lugar, nos parece que debe haber la más amplia unidad de acción de todos los sectores que se movilicen con el objetivo de derribar al Gobierno asesino de Duque-Uribe. Pero esa unidad, sin sectarismo alguno, no puede perder de vista las diferencias estratégicas que están en juego.
Por ejemplo, es claro que la burocracia sindical colombiana y el partido “progresista” de Petro, se suman hoy a la maniobra desmovilizadora de Duque que consiste en el supuesto “Diálogo Nacional”. Ningún burócrata sindical, ni político, tiene la autoridad para negociar nada con el Gobierno masacrador.
En segundo lugar, hemos leído varias declaraciones, muchas de grupos autodenominados trotskistas, que plantean correctamente la consigna de Abajo Duque, pero (y esto no es una cosa menor), o no está claro que proponen como alternativa a su caída. O lo que es mucho peor, en plena rebelión, levantan una consigna democrático burguesa: Asamblea Constituyente, aunque confusamente le agreguen el “apellido” Popular (¡sic!).
Nos parece una gruesa capitulación, pues ahora que Duque está contra las cuerdas, clamando por el “teatro” del Diálogo Nacional, por la dispersión de la Minga Indígena en Cali y de toda la resistencia en las calles; y no por casualidad, todas las fuerzas políticas burguesas, pequeñoburguesas, y burocráticas se suman a ese coro: Es claro que se trata de una trampa mortal. Pues es desmovilizadora, y la consigna de Asamblea Constituyente es una retranca en la perspectiva de construir una genuina alternativa de poder obrero, indígena, juvenil, popular. En otras palabras, no apunta como tarea estratégica el derribo del narco estado burgués putrefacto en su conjunto. Muy peligrosa esa consigna “democrática”, sobre todo teniendo en cuenta que ya Colombia hizo una Asamblea Constituyente, pero, sin embargo, la violencia y explotación brutal de las clases dominantes, lejos de resolverse, ha ido en escalada.
¡Abajo Duque-Uribe, mafia al servicio del imperialismo yanqui!
¡Que el Consejo Nacional Indígena convoque a una Marcha hacia Calí para impedir continúe la masacre!
¡Forjar el poder popular en asambleas democráticas de todas las luchadoras y luchadores a lo largo del país en calles, plazas!
¡A seguir el ejemplo de la guardia indígena: enfrentar organizadamente en las calles a los esbirros armados de Duque-Uribe-Biden!
¡Gobierno Obrero, Indígena, Campesino, Juvenil y Popular!