¿A dónde se fue la plata para la vivienda de la gente pobre?

Ministro de Hacienda es responsable del hueco fiscal de la vivienda de las familias pobres

Hay que exigirle al ministro de Hacienda que explique hacia donde se desviaron los fondos para la vivienda de los pobres.

En lugar de caer en el juego de pelear por las migajas que nos ofrecen del presupuesto debemos organizar los distintos sectores para salir a luchar en contra de los recortes y en contra de las consecuencias nefastas del paquetazo fiscal.

Por Adrián Jaén

Elián Villegas desvió más de ₡34 mil millones del sector vivienda a otros destinos sin darle cuentas a nadie. Lo que está haciendo Elián Villegas podrá ser legal, según la ley del paquetazo fiscal, pero es completamente inmoral, porque está jugando con la necesidad, el derecho a la salud e incluso el derecho a la vida de miles de familias de las más pobres que necesitan urgentemente una solución a su problema de vivienda.

En una reunión que sostuvimos hace unos días con el diputado José María Villalta para conversar sobre el presupuesto de vivienda, nos decía que el principal problema es que después de que se aprobó el paquetazo fiscal (Ley 9635, mal llamada Ley de fortalecimiento de las finanzas públicas) ya el Ministerio de Hacienda no tiene que respetar los destinos específicos de los impuestos que se recaudan. Decía Villalta, en la misma reunión que en este momento lo que hay que pelear es para sacar al sector vivienda de la regla fiscal y la aplicación de los artículos de la Ley 9635 que permiten la desviación de fondos. Eso es para el sector vivienda, pragmáticamente correcto, pero estratégicamente equivocado.

Como movimiento social de lucha por vivienda debemos exigirle a Elian Villegas que nos explique para dónde se desviaron esos fondos, si se los comió en confites o si pasaron a financiar viajes al extranjero para premiar a los pegabanderas del partido que gane las próximas elecciones. No podemos simplemente decir, ¡Ah bueno, es que con la nueva ley fiscal pueden desviar los fondos a su antojo! ¡No! Debemos exigir una explicación, porque lo concreto es que la plata de la vivienda de la gente pobre y humilde antes estaba, y ya no está. ¿A dónde se fue la plata para la vivienda de la gente pobre?Es el ministro de vivienda al que le toca dar las explicaciones y al pueblo nos toca exigirlas.

Es claro que la intención del gobierno de los ricos es, al tiempo que aplica de manera furibunda el recorte promovido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), poner a los sectores sociales a pelear entre sí por los pichuleos y las migajas que están negociando con los distintos sectores. En ese sentido va dirigida la moción llena de veneno propuesta por el diputado liberacionista Gustavo Viales, que propone hacer recortes a otros sectores sociales, como educación, para devolver 16 mil millones. Esta propuesta es inaceptable para el sector vivienda en dos sentidos: primero porque se orienta a perpetuar un mecanismo perverso que ya nos aplicaron ya una vez: el recorte es de ₡34 mil millones, nos ofrecen la mitad, para que digamos “del ahogado el sombrero” y listo, mientras tanto, el presupuesto total del sistema de vivienda es cada vez menor; recordamos que en el 2018 el presupuesto fue de más de ₡120 mil millones y para este año están proponiendo menos de ₡85 mil millones. Segundo, porque no podemos desvestir un santo para vestir otro, no podemos aceptar que se recorte en otros programas sociales para devolver una parte del presupuesto de vivienda, sobre todo tomando en cuenta que la plata del sector vivienda estaba inicialmente y fue Elián Villegas quien decidió enviarla a otros destinos sin aclarar, hasta el momento, hacia donde se fue ese dinero.

Ante los recortes en vivienda, en pensiones, en salud, en educación, en cultura … debemos unificar a todos los sectores sociales para luchar por revertir el paquetazo fiscal, que ya está mostrando sus terribles consecuencias y todas las artimañas que contiene para hacerle la vida más difícil a la gente pobre y humilde; sin ponernos aquí a argumentar aún sobre los nefastos impactos del paquetazo fiscal: lo difícil que le vuelve la vida a la señora que cortaba pelo en el barrio, al barbero del pueblo, a la señora que hacía uñas, que ahora tiene que cobrar más caro e incluso, pagar servicios de contaduría, para pagar los impuestos.

Lo peor de todo esto es que hay grandes capitales que siguen estando exonerados de pagar impuestos. Grandes empresas en regímenes de zona franca que cotizan al fisco cero colones, empresas millonarias que reparten sus jugosas ganancias en el extranjero, en paraísos fiscales, como ha salido a la luz en los escándalos de los “Panama Papers” y de los “Pandora Papers”. Mientras las grandes empresas evaden impuestos, las penurias de la clase trabajadora crecen. Cada vez hay más gente que no llega a fin de mes, que no le alcanza para pagar el alquiler y comprar lo mínimo para sobrevivir, por eso cada vez son más las familias que optan por irse a vivir en un rancho, a pesar de las dificultades y penurias que esto conlleva. En el año 2012, según reportes del Ministerio de Vivienda, había en el país unos 450 asentamientos en precario, hoy día son más de setecientos, es decir, el problema de la vivienda más bien se agrava y agudiza. En lugar de recortes, el sector vivienda necesita más bien recursos frescos, que deben provenir de las ganancias de las grandes empresas que se niegan a pagar lo que les corresponde. Por eso decimos que la lucha por vivienda es una lucha de clases, la crisis la tienen que pagar las grandes fortunas, no los sectores más pobres.

Por eso la propuesta de Villalta, de financiar el presupuesto de vivienda con deuda nos parece también inadecuada. Tal vez sea la única forma de resolver en este momento, pues el gobierno de los ricos nos tiene metidos, a los actores del sector vivienda, en un zapato. Sin embargo, se va a prestar para que los enemigos del movimiento denuncien luego que la deuda, que efectivamente se vuelve cada vez más insostenible, se ha hecho más grande “por culpa” nuestra. Si es la única salida viable en este momento para recuperar el presupuesto de vivienda, pues habrá que apoyarla, pero sin dejar de denunciar que el principal responsable de este atolladero es Elian Villegas, que desvió los fondos de vivienda de manera antojadiza, sin ningún tipo de estudio que justificara el recorte.

Por esto le proponemos al sector vivienda las siguientes consignas para la lucha por el presupuesto, que se estará debatiendo en la Asamblea Legislativa el próximo mes.

1. Denuncia pública y sistemática por la desviación de fondos, sin ningún estudio técnico que lo justifique, de más de ₡34 mil millones de colones del presupuesto de vivienda hacia otros rubros. Exigirle al Ministerio de Hacienda que rinda cuentas y que dé explicaciones de hacia donde migraron esos recursos.

2. Exigencia hacia los diputados de la Asamblea Legislativa del retorno completo de los ₡ 32 mil millones de colones al presupuesto de vivienda, sin que esto implique ningún recorte a otros sectores sociales. Es decir, no vamos a aceptar ningún recorte.

3. Proponemos un nuevo impuesto a los grandes capitales para financiar la vivienda de la gente pobre: cobrar un 0,5% a las transacciones en bolsa, lo cual no va a arruinar a ninguna gran empresa, pero sería una importante fuente de ingreso para financiar viviendas de interés social.

4. Además de fortalecer el presupuesto para el bono de vivienda, el dinero recaudado podrá ser utilizado para erradicar los asentamientos en precario, para resolver en el sitio o buscar lotes con viabilidad para desarrollar proyectos de vivienda, para impulsar soluciones colectivas de vivienda (lotes con servicios) para todos los asentamientos en precario, en dónde, por cualquier motivo, no se pueda construir en el mismo terreno donde la gente habita.

5. Unidad de todos los asentamientos en precario para resistir las amenazas de desalojo o derribo de viviendas promovidas por los gobiernos locales y el gobierno central.

6. Más que sacar al sector vivienda de la regla fiscal, más que ponernos a pelear entre los mismos sectores sociales por las migajas del presupuesto que nos ofrecen, hacemos un llamado a todos los movimientos sociales para construir un gran movimiento social en contra de la regla fiscal y las nefastas consecuencias de la Ley 9635.