Carlitos se quita: ya no es un billón de colones de ayuda social
POR LA CRISIS DEL CORONAVIRUS, HAY QUE PAGAR LA DEUDA A LOS EVASORES FISCALES
Por Manuel Sandoval Coto
Hoy en la mañana me di a la tarea de informarme en la prensa nacional, sobre el presupuesto extraordinario que presenta el gobierno a la Asamblea Legislativa para financiar el Plan Proteger: la entrega de subsidios a la gente que ha perdido el trabajo, le han disminuido el salario o se está viendo afectada (por trabajar por cuenta propia o en la economía informal) por la parálisis económica que ha provocado las medidas de contención del coronavirus. Del billón de colones de ayuda social que anunció pomposamente Carlitos Alvarado a comienzos de la semana pasada, sólo está quedando, en los planes del gobierno, unos 296 000 millones .… ¡menos de la tercera parte! Ni qué decir que el monto del subsidio también se ha visto reducido.
La razón de esta reducción de la ayuda social es muy simple. La prioridad del gobierno es otra. Del presupuesto extraordinario que se anunció ayer … 150 mil millones se destinan a los subsidios y 281 849 millones al pago de la deuda pública, que como sabe el lector en su mayor parte son títulos en manos de los empresarios que defraudan al fisco. La burguesía costarricense, en medio de la crisis, quiere seguir sangrando al país.
El presupuesto extraordinario se va a financiar así: 57 200 millones de colones de un remanente de un préstamo del BID del 2019, 290 710 millones de un préstamo del CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) y 84 564 millones de transferencia de partidas de las instituciones públicas. Con otros dos proyectos se completará el financiamiento del plan Proteger: 75 000 millones de colones del INS y 50 000 millones más que produciría no rebajar los precios internos de los combustibles ahora que cayeron brutalmente a nivel internacional (otra forma de sangrar el bolsillo de los sectores medios y populares).
En esto de las transferencias está planteado eliminar 5 000 plazas vacantes (lo que dejaría 46 000 millones libres), suprimir el pago de horas extras y de las anualidades de este año, el reajuste por costo de la vida en el segundo semestre, así como suministros, bienes, servicios y otros gastos y contrataciones en las instituciones públicas (La Nación 9/4/2020). Es medio “enredadito” y al final pueden haber sorpresas como que desaparezca la plata para el pago de la cesantía a las/los trabajadores que se acojan a la pensión este año. En la Comisión de Hacendarios van a pasar a lo loco el proyecto, porque todo lo que sea recortar salarios y gastos del Estado es santa medicina.
Es claro, sin embargo, que debilitar al Estado y disminuir la capacidad de consumo de los trabajadores públicos, no va a favorecer la reactivación económica del país. El plan, de por sí, es un parche insuficiente. Como ponerle una curita a un machetazo que nos cercenó casi el brazo.
El Plan Proteger se inspira en lo que es el asistencialismo social con el que se responde a las emergencias por desastres naturales: En los barrios pobres, cuando la crecida del río o un deslizamiento se lleva una casita, el IMAS paga un alquiler por tres meses y después que la familia afectada se la juegue como pueda.
Con un subsidio de 125 000 colones por mes no come una familia, mucho menos con los 62 500 que recibiría si tiene algún ingreso. Los sectores populares van a caer en niveles de pobreza como el resto de Centroamérica, si permitimos que la rapacidad de la burguesía costarricense hunda más al país. Más aún, porque la ayuda va a terminar siendo “selectiva”.
Asumiendo que el presupuesto se complete, el gobierno planea llegarle con el subsidio (centralizado desde el Ministerio de Trabajo) a unas 612 000 personas. El IMAS, por su parte, atendería una red de 68 000 hogares con subsidios de 65 000 colones.
Con el desempleo disparando el número de hogares en situación de pobreza (alrededor de un 21% antes de la crisis), los subsidios no van a alcanzar para toda la población que los necesita. Prioritariamente el subsidio va a terminar yendo hacia los trabajadores que las empresas acaban de despedir o les han aplicado reducción del salario (unos 60 000 registrados en estos momentos según el Ministerio de Trabajo).
Los sectores de la economía informal van a quedar librados a su suerte. El propio mecanismo para solicitar el subsidio, una fórmula por Internet, excluye mucha gente sin la cultura ni el acceso a estos medios.
En el movimiento obrero y popular hay que comenzar a discutir un plan de emergencia, para que la burguesía no nos sangre más y reactivar la economía costarricense en beneficio de las grandes mayorías populares. En el entretanto, apoyaremos cualquier movilización popular para exigir la ayuda que el Estado debe dar a los sectores más afectados por la crisis.
LA BURGUESÍA COSTARRICENSE NO NOS DA TREGUA
NO PERMITAMOS QUE NOS SILENCIE Y NOS DESMOVILICE