A marzo la inflación se comió el 4% de los salarios

10/03/2022
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Con la guerra de Ucrania la erosión va a ser más violenta

 

Por Manuel Sandoval

Todas(os) hemos comenzado a sentir que los precios están subiendo escandalosamente y el Presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, lo ha reconocido señalando que se está alcanzando la meta de inflación que tenía el gobierno para todo el año: un máximo del 4%. A nivel internacional ha habido un curso inflacionario desde el año pasado, como consecuencia de los fenómenos que generó la recuperación económica: con desabastecimiento de hidrocarburos, el encarecimiento de los fletes y rupturas en las cadenas productivas globales. Una calentura que más que salud de la economía capitalista global expresa síntomas de enfermedad, que se van a ver agravados peligrosamente con la guerra de Ucrania.

La inflación se va a acelerar más en nuestro país como consecuencia del aumento de la factura petrolera por la guerra y el alza que provoca en las importaciones de insumos para la producción y bienes de consumo, pero también por la presión al alza del dólar que provoca la carga del pago de intereses de la deuda pública (seguir en la dinámica de endeudamiento para pagar los vencimientos se va a encarecer) y también por la demanda de moneda verde que origina la política de invertir el dinero de los fondos de pensiones en Wall Street.

Lo que Rodrigo Cubero se muerde la lengua para no decir en la prensa nacional, es que se trata de una reducción de un 4% en la capacidad adquisitiva del salario, de otro sacrificio para los trabajadores del país, que se puede agravar porque el impacto de la guerra no se siente todavía plenamente.

La reforma fiscal le dio forma a una política de la burguesía costarricense para rebajar gradualmente los salarios del sector público (de un 10 a un 15%) dejando que la inflación los devorara lentamente del 2019 al 2024 (confiaban en que se mantendrían porcentajes de inflación entre un 0 y un 3% anual). En este año Rocío Aguilar esperaba que se iba a estar alcanzando una situación de equilibrio entre los ingresos y el gasto, que permitiera comenzar a reducir el peso de la deuda pública. Para degradar los salarios y reducir el gasto social del Estado (el sistema educativo y muchos programas sociales van a ir colapsando a medida que avance el año) la camisa de fuerza de la Regla fiscal había sido efectiva hasta ahora, pero si la inflación termina comiéndose un porcentaje significativo del salario de la masa laboral del país, la situación va a ser explosiva y la Regla Fiscal podría dar pie a un levantamiento popular.

Por supuesto que Rodrigo Cubero trata de hacernos creer que en unos meses la inflación se estaría estabilizando entre un 2 y un 4%. El optimismo al que se aferran los economistas neoliberales cuando el panorama no es bueno, difícilmente oculta los estragos que va a causar la guerra en el plano económico internacional. El precio del barril de petróleo (Brent) subió un 60%, a 123 dólares este lunes, y se vaticina que superará los 200 dólares a corto plazo, ya se dispararon también los precios de los metales de los de que Rusia y Ucrania son grandes exportadores, pero lo más grave es que el alza de los cereales que exportan estos países puede provocar una hambruna en los países del Norte de África y el Medio Oriente. Algunos comentaristas ya hablan de otra Primavera Árabe en camino.

Rodrigo Cubero nos dice que lo que puede hacer el Banco Central en materia monetaria no es mucho: aumentar las tasas de referencia para el crédito bancario, lo que irán haciendo paulatinamente en estos meses. ¡Encarecer el crédito y contraer la actividad económica! La receta que comienza a aplicar en Estados Unidos para retomar un crecimiento “más sano” de la economía, al precio de provocar desempleo, baja salarial y quiebras.

Si los trabajadores y el pueblo no reaccionamos, estas gentes y el que salga electo el 3 de abril, VAN A GENERALIZAR LA POBREZA EN EL PAÍS y con la ayuda de la prensa culparán a Putin.

El movimiento obrero y popular debe comenzar a plantearse un programa de emergencia para contener el proceso inflacionario, que una a todos los trabajadores asalariados del país y los sectores populares hacia UNA HUELGA GENERAL para frenar la ofensiva de la burguesía contra el nivel de vida y las conquistas sociales del pueblo costarricense.

1. Indexación del salario con la inflación. Que cada vez que suba un punto porcentual la inflación se aumente en el mismo porcentaje el salario.

2. Aumento de un 50% del salario mínimo. Ni reducción de jornada y salarios, ni despidos en las empresas exportadoras. Tierra para los campesinos pobres.

3. Congelamiento de los precios de los artículos de consumo básico y de los insumos básicos para la construcción y la producción agropecuaria.

4 Reducción del 50% en los impuestos a los hidrocarburos para el transporte público y de carga.

5 Ningún recorte en los gastos sociales del Estado. Pago de la deuda con la Caja. Ninguna reducción de las cargas sociales que pagan los empresarios a la Caja para financiar la seguridad social.

6 Un impuesto de emergencia al gran capital para aliviar la crisis fiscal. No más exoneraciones a las zonas francas y las cooperativas capitalistas. No más evasión fiscal de los grandes empresarios. Cárcel y confiscación de bienes para los empresarios que estafan al fisco.

7 Los recursos de la banca y de los fondos de pensiones que se inviertan en el país en obra pública conforme a las necesidades del pueblo costarricense. Con garantías adecuadas por parte del Estado y los empresarios que gestionen proyectos.

8 Mantener tasas de interés bajas para los pequeños productores campesinos y para los préstamos individuales destinados a adquirir vivienda popular.

9 Apoyo a las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras y cabeza de familia, a los derechos de las personas LGTBI, afrodescendientes y la lucha de las comunidades indígenas en defensa de su tierra y su cultura

LAS DIRIGENCIAS SINDICALES Y POPULARES que estén dispuestas asumir esta lucha, con independencia del gobierno que venga y las cámaras patronales, que convoquen a un ENCUENTRO ABIERTO para discutir las reivindicaciones centrales y comenzar a movilizarnos.