Urge unir al movimiento social y popular
Durante las últimas semanas se han desarrollado en Costa Rica una serie de movilizaciones que han cuestionado al gobierno de Alvarado, y su agenda en favor de los ricos. Las movilizaciones de diversos sectores populares son un reflejo del hartazgo de la población ante un gobierno que está cada vez más deslegitimado y que se torna cada vez más autoritario e inaccesible. El descontento por la imposición del paquete fiscal y la zozobra de la población sobre la situación económica que se avecina, son parte del telón de fondo de estas movilizaciones.
Pero, esta resistencia se da de manera fragmentada, con iniciativas gremiales como pasa en Salud, o espontáneas como pasó con secundaria. El gobierno ha sufrido desgaste, por ejemplo, la “renuncia” del Ministro de Educación Pública, la salida de Edna Camacho del equipo económico por los escándalos de ALDESA, y partida de Rodolfo Piza. Sin embargo, la agenda de paquete fiscal, la prohibición y reglamentación de huelgas, la educación dual, y tantos otros proyectos anti-populares son aprobados a golpe de tambor en la Asamblea Legislativa.
El principal problema que enfrenta el movimiento de masas es que a la cabeza de los sindicatos y organizaciones populares hay una serie de dirigentes y burócratas que tienen la orientación de luchar “cada quien por su lado” para no convocar a la huelga general, porque lo que quieren es que los reciban en Zapote. Ejemplo de esto es que la huelga intermitente convocada por APSE, no tuvo orientación de empalmar con otros sectores, y así pasó sin mayor trascendencia, ya que en Asamblea Legislativa, 48 diputados aprueban el 6 de agosto sin chistar el proyecto de educación dual en primer debate, y el 9 de agosto dictaminaron el proyecto anti-huelgas. Gracias a las luchitas por separado, y la ineficiencia de las mesas de diálogo, el gobierno de Alvarado y los partidos legislativos tienen todo el espacio para seguir imponiendo ataques contra la clase trabajadora.
Desde el PRT queremos presentar las siguientes conclusiones, tomando en cuenta el contexto de los últimos acontecimientos:
1. La situación económica cada vez más difícil, el temor y la zozobra de diversos sectores de la población ante las consecuencias concretas que puede tener la inminente implementación del IVA sobre la ya muy limitada o asfixiante situación económica, permite la confluencia de diversos sectores que se movilizan de manera espontánea. La gran traición de las dirigencias sindicales es haber renunciado a la huelga general, como herramienta de unir fuerzas y apostar por la acción coordinada.
2. La huelga del año pasado se pierde en parte porque en el momento de mayor apoyo popular las dirigencias sindicales aceptan el discurso apaciguador del gobierno y entran en una dinámica de negociación que resultó siendo una trampa, que le permitió al gobierno ganar tiempo; utilizando diversas tácticas para desprestigiar y desgastar el movimiento social. Como contrapeso a la desmoralización de las bases sindicales, vimos como las y los estudiantes le imprimieron un aire fresco a la movilización social de este año. Es esperanzador ver de nuevo a los estudiantes de secundaria salir a protestas y a manifestarse como juventud preocupada por el futuro del país.
3. Es necesario un decidido intento por crear una instancia en la que puedan confluir las distintas luchas y los distintos sectores, en donde los sectores más conscientes del movimiento popular costarricense puedan aglutinarse, confluir, discutir de manera democrática y horizontal, respetando la dinámica de los distintos movimientos; una instancia no solamente sindical, sino que permita la articulación de comunidades, estudiantes, barrios populares, sectores en lucha de diverso tipo, incluyendo sectores de mujeres organizadas, grupos LGTBIQ. Es indispensable retomar la lucha, levantar las consignas y banderas de lucha que sabemos este gobierno no va a resolver, sino que habrá una pantomima de negociación y luego la imposición de los intereses de la burguesía.
Para hacer efectiva la convocatoria a un encuentro popular para la lucha y la acción, es necesario rebasar la deriva divisionista de las burocracias sindicales, y orientarnos hacia un movimiento popular unificado que permita conducir la lucha, con una dirección estratégica que permita derrotar al gobierno y a la gran burguesía de este país. Sabemos que esa coordinación popular nacional no se construye de un día para otro, pero debemos empezar a construirla desde alguna parte, consideramos que el primer paso es este encuentro social y popular que siente las bases para la organización que la clase trabajadora y los sectores populares requieren.