Traspasar fronteras y llevar el partido revolucionario allá también
Entrevista con Juan Luis, militante migrante del Partido Revolucionario de las y los Trabajadores
Bandera Roja: ¿Cómo y por qué te viniste de Nicaragua?
Juan Luis: Cuando yo me vine, tenía como 27 años. Yo trabajaba allá en Nicaragua con la policía Antinarcóticos, yo hacía allanamientos y, yo no sabía, pero uno de los policías me vendió, entonces a mí me querían matar. Entonces me vine.
Yo entré ilegal al país, entré por Cárdenas, uno puede entrar caminando, caminé como ocho horas, hay que pasar un río, que se llama Guapote o Mojarra, ya no me acuerdo, no es el río San Juan, es otro río.
Yo sabía que mi mamá vivía aquí en Costa Rica, tenía como 30 años de vivir aquí, pero yo no sabía en dónde ella vivía. Entonces yo me vine para un lugar que se llama Santa Cecilia, eso es allá, por Santa Cruz, en un lugar que le decían el Cerro del Oro, en unos naranjales, ganaba 3.000 colones al día, pagábamos 1.000 por comida y 2.000 nos pagaban, era una nada.
Recuerdo que se armó un pleito un día, porque un tico explotaba a los nicas y no les quería pagar. Llegó y les dijo, les voy a pagar una semana y les debía tres meses. Yo no trabajaba para ese señor, nosotros trabajábamos directamente para la empresa, para la naranjera, no se si era para la Dos Pinos, yo creo. La bronca se puso muy fea, entonces yo me vine para San José y ahí fue donde me di cuenta de que nos estaban superexplotando allá, porque aquí en San José nos pagaban 8 mil el día.
Yo tenía un número que me habían dado, un número que supuestamente era de mi mamá, yo no sabía nada de Costa Rica, yo conozco hasta México, pero cada país es diferente, entonces, yo no sabía como llamar, entonces le dije a un señor -¿usted puede llamar?, -Vamos a llamar por cobrar-, y se fue a un teléfono público y llamó por cobrar y ¡le contestó mi mamá!. -¿Usted conoce a Juan Luis?-. -Sí, es mi hijo-. Y mi mamá me mandó a traer, vino mi padrastro a traerme.
Aquí ya en San José, ya empecé a entender la movida, entonces, estuve cogiendo café, hacía buena plata, porque recogía bastantes cajuelas. Conocí a una señora que vive en Santo Domingo, me contrató para limpiar un terreno, que lo estaba vendiendo, desde ahí se hizo amiga mía, yo creo que era enamorada mía, pero era una viejita, ¡esas viejitas que se enamoran de uno!, ella nunca me dijo nada, pero yo sabía que era enamorada. Esa señora me ayudó mucho, me compraba comida, ropa, zapatos. En esa época no jodían por los documentos, ella me ayudó a sacar un pasaporte provisional que daban antes, que era como un cartón, y me ayudó a conseguir un trabajo ahí en el San José Palacios, ahí estuve trabajando como botonero y me estuvo yendo bien en esa época. Yo mandaba casi toda la plata para Nicaragua, porque tenía allá a mi esposa y mi hija, pero luego me divorcié, luego una de mis hijas se enfermó terriblemente, entonces yo me fui para Nicaragua un tiempo, porque mi hija estaba muy enferma, luego cuando ella murió me volví a venir, ahí fue donde entré en el asentamiento, ahí en Monte Alto.
Bandera Roja: Entonces, durante el tiempo que has vivido en Costa Rica ¿siempre viviste con tu mamá?
Juan Luis: Si, siempre he vivido con mi mamá.
Bandera Roja: ¿Y cuando fue que decidieron irse al asentamiento?
Juan Luis: Mi mamá perdió su casa. Ella vivía en una finca, en una casa, que era de Lilo Sánchez, que era un millonariazazo ahí en Santo Domingo de Heredia, tiene un montón de plata, pero era muy buena persona. Y le dijo: -Esta casa es suya-, pero de boca, murió el hombre y la echaron a patadas los hijos. ¡Tenía veinte años mi mama de vivir ahí! Nos echaron, entonces nos fuimos a alquilar, alquilamos como un año. Pero después, la mamá de una de mis hijas, que estaba viviendo en la Carpio, estaba viniendo a las reuniones del MAPU, ahí empezamos a integrarnos después al movimiento. Cuando se estaba empezando lo del movimiento por vivienda yo me fui de nuevo a Nicaragua y cuando volví, ya mi mamá y mi hermano estaban viviendo en el asentamiento, ellos son fundadores del asentamiento. A mí me estaba yendo bien en Nicaragua, pero me vine a raíz de los problemas que se dieron en Nicaragua, el 18 de abril de 2018, con lo de los tranques y los enfrentamientos, me volví a venir para acá.
Fue cuando yo me vine y me encontré con la camarada Angie, ella me invitaba, ella me miraba que yo le ayudaba, ella me invitó al partido y ahí me fui metiendo al partido y me fui quedando.
Bandera Roja: ¿Por qué un trabajador migrante nicaragüense está en el PRT?
Juan Luis: Porque acuérdese que yo pertenecía a un partido revolucionario, y siempre tenemos, para bien o para mal, tenemos las mismas ideologías. Que no comparta, que ya no sea de aquel partido, porque ya no es lo que era, pero lo esencial de las ideas, queda ahí. A mí me parece que este partido va a crecer, el PRT, va a llegar a ser grande, a nivel mundial y de todo. Yo siento que en un futuro yo puedo llegar con otros camaradas a Nicaragua y formar un partido revolucionario, traspasar fronteras. Por que en Nicaragua hay personas que comparten nuestras ideas políticas, sería la misma lucha allá. Tal vez la política en Costa Rica y en Nicaragua no sería la misma, tal vez ahorita sería más complicado, por el gobierno que hay en Nicaragua; pero así como yo, hay mucha gente allá que siguen manteniendo vivo el espíritu revolucionario, que todavía se puede rescatar, incluso, si nos lográramos consolidar allá, con un partido que realmente es de la gente pobre y de la clase trabajadora, tal vez sería hasta más fácil, porque mucha gente sigue creyendo en la revolución, a pesar de todo. Yo quiero formar un partido más sólido, traspasar fronteras y llevar el partido allá también, yo siento que este partido sí puede trascender, pasar fronteras y ayudar a muchas personas que necesitan de un partido revolucionario.