Los resultados de las elecciones municipales y la necesidad del partido revolucionario

23/02/2020
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Las elecciones municipales: 

Las elecciones municipales muestran la enorme fragmentación política que existe en este momento. Ahí donde vemos partidos burgueses vemos fracciones de la burguesía en disputa por el poder, por ejercer la hegemonía, para beneficiar su sector y sus negocios por encima del resto de capitalistas. Hay que tomar en cuenta que, como somos un país periférico, dependiente, pues también hay una fuerte intervención de sectores burgueses extranjeros, tanto de las transnacionales como de las burguesías centroamericanas a las cuales las burguesías nacionales están íntimamente ligadas.

Pero en el plano de lo concreto, el PLN, el PUSC, el PAC y los partidos evangélicos son un reflejo de grupos burgueses (o que pretenden serlo) que se disputan el control del Estado. 

El dato global de participación en las elecciones, según los datos del TSE es del 36%, un punto porcentual más que en las pasadas elecciones municipales de 2016. El partido que se deja el mayor número de alcaldías es el PLN, que se queda con 42 de las 82 alcaldías (51%), el PUSC con 16 (19%), el PAC y el PNG con 4 (5%), el PRSC con dos (2.5 %), el resto de las agrupaciones obtienen una alcaldía, la mayoría, partidos cantonales. La importancia creciente de las alcaldías en los partidos cantonales (sólo 5 en las elecciones del 2016 y 13 en estas) es un reflejo de la pérdida de confianza que tiene la gente hacia los partidos tradicionales y nacionales, es un reflejo de la pérdida de legitimidad de las estructuras políticas del régimen, que derivan de la Guerra Civil del 48.  

Aunque Liberación Nacional conserva la mayoría de las alcaldías, esto para el PLN es un retroceso, de hecho, desde que se empezaron a realizar las elecciones municipales viene perdiendo alcaldías, por ejemplo, en las elecciones del 2016, el PLN obtuvo 50 alcaldías. Hay que recordar que el PLN ha sido el partido hegemónico desde la Guerra Civil del 48 y que siempre ha tenido mucho peso en los gobiernos locales. El retroceso del PLN no es solo un retroceso cuantitativo sino cualitativo, puesto que en muchos de los lugares en donde ganan lo hacen porque en realidad no se ha organizado una oposición seria y están llevando nuevamente a la alcaldía fichas muy quemadas y deslegitimadas, como Johnny Araya en San José o Alfredo Córdoba en San Carlos, que logran quedarse con el poder más por inercia, por los grandes niveles de abstencionismo, que por que realmente tengan apoyo. Por ejemplo, en el caso de Araya, su triunfo se basa en una votación de solamente el 8,8% del padrón electoral, triunfa con tan sólo un 5% del padrón electoral.

Los grandes derrotados de la contienda electoral son el PAC y los partidos evangélicos, que fueron los dos grandes partidos en las elecciones nacionales pero que las elecciones municipales muestran la enorme debilidad de ambos, tanto en el ámbito local como en términos de estructura. El PAC pasa de controlar seis alcaldías en el 2016 a controlar solamente cuatro ahora (Acosta, Turrialba, Hojancha y Montes de Oro). Ni el partido de Fabricio Alvarado, Nueva República, ni el Partido Restauración Nacional, partidos con importante presencia en la Asamblea Legislativa después del triunfo de Fabricio en primera vuelta logran quedarse con ninguna alcaldía. Solamente en el cantón central de Cartago logra el triunfo el partido Alianza Demócrata Cristiana, pero probablemente más por la figura de Mario Redondo que por el mismo hecho de ser un partido cristiano. 

El otro elemento importante es la gran cantidad de partidos cantonales que alcanzan el control de una alcaldía. Es un reflejo, como se plantea anteriormente, de la pérdida de legitimidad del bipartidismo que gobierna desde el 48 y, por lo tanto, un claro indicador del resquebrajamiento del régimen. Pero no es tampoco que estos partidos cantonales sean realmente una alternativa para los sectores populares, son más bien, dirigencias burguesas o pequeñoburguesas locales que tratan de no salir embarrados con la podredumbre y debacle de los partidos tradicionales y sobre todo del PAC, que será probablemente el más trasquilado, porque no tendrá para las próximas elecciones una base sólida en el ámbito local y tendrá que cargar con todo el peso político de haber aplicado el ajuste neoliberal más brutal de los últimos años, mostrándose completamente obsecuente y servil con la gran burguesía y su proyecto.

¿De qué nos sirve este breve análisis? Algunas orientaciones

Las elecciones municipales son un claro indicador de que está ocurriendo un cambio de régimen y que los partidos tradicionales, las dos grandes fuerzas que emergen después de la Guerra Civil del 48 y que representaban claras fracciones de la burguesía están haciendo agua, están en una tremenda crisis y es difícil que se recuperen de la misma, aunque tengamos, como es probable, un nuevo gobierno del PLN en el 2024. Podemos ver también que los temas nacionales y también las grandes figuras nacionales, no necesariamente tienen impacto o importancia para las elecciones locales. También es claro que, las elecciones municipales, debido al altísimo grado de abstencionismo, presenta mayores oportunidades para construir nuevos liderazgos que una contienda nacional. 

En la edición anterior de Bandera Roja (BR 130) publicamos una propuesta alternativa a la de los partidos burgueses que se presentaron para la alcaldía con propuestas concretas para los problemas de vivienda, desempleo, mujer trabajadora, salud, educación y seguridad.  Sabíamos que era probable que Modesto Alpízar alcanzara la reelección, tal como sucedió. El Partido Nueva Generación, que repite en la Municipalidad de Alajuelita, es un partido que favorece a la gente poderosa y adinerada, no está a favor de los sectores populares, sus preocupaciones y sus luchas. Es un enemigo declarado de los asentamientos informales y de las comunidades que luchan por vivienda. 

La clase trabajadora y los sectores populares de Alajuelita necesitan un proyecto político que defienda sus intereses y sus luchas. No hace falta esperar ganar las elecciones municipales para ir trabajando en este programa; le proponemos a todas las vecinas y vecinos del cantón de Alajuelita que estén de acuerdo con nuestro programa de acción que constituyamos desde ya comités de lucha, para ir trabajando en la conformación de las organizaciones populares que nos permitan ir desplegando, hoy mismo, las iniciativas, generando acciones de lucha y construyendo el partido revolucionario. 

 


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