Multitudinarias manifestaciones contra el fraude electoral en República Dominicana colocan contra las cuerdas al gobierno de Danilo Medina
Escrito por Hugo Cedeño.
La protesta convocada para la conmemoración de la independencia el pasado jueves 27 de febrero con el nombre “Trabucazo 2020”, haciendo alusión al disparo que realizó el prócer Matías Ramón Mella durante la lucha por la independencia de República Dominicana en 1844, ha sido la más multitudinarias de las protestas realizadas en suelo dominicano desde que se inició la crisis política, el pasado 16 de febrero cuando fueron anuladas las lecciones municipales.
Las protestas se han sostenido durante las últimas semanas, incluso se han llevado movilizaciones de migrantes dominicanos en otros países, como, por ejemplo, en ciudades de los Estados Unidos, como Nueva York. El “Trabucazo 2020” logra aglutinar varios cientos de miles de personas, sobre todo jóvenes, que venían de todas partes de República Dominicana, coreando consignas como es pa’ fuera que van o que se vallan to’ y aunque algunos medios de comunicación enfatizan que no se logra llegar al millón de personas, que era uno de los objetivos propuestos para la movilización, lo cierto es que la movilización del pasado jueves es una clara muestra del hartazgo de la población, sobre todo de la población joven del régimen, de la corrupción y del Partido de la Liberación Dominicana que ya lleva cuatro periodos consecutivos. El régimen político dominicano se tambalea ante la aguda crisis que se abre por el claro intento de fraude electoral, el principal foco de las movilizaciones y las protestas es la Junta Central Electoral, en momentos en donde se reprogramaron las elecciones municipales para el próximo 15 de marzo y las elecciones generales son el próximo 27 de mayo, elecciones que tendrán que realizarse con un organismo electoral cuestionado y completamente deslegitimado.
Hugo Cedeño, analista político dominicano, opina que en este momento es indispensable que un sector de esa vanguardia juvenil se radicalice y empiece a plantear propuesta de solución que vayan más allá del actual régimen burgués; un nuevo tipo de régimen y gobierno donde ellos, la clase obrera y campesina sean quienes controlen el poder con un programa revolucionario y socialista que articule la lucha proletaria al conjunto de demandas y necesidades económicas , sociales , ecologistas , de género , etc, que levantan todos los sectores oprimidos. Cedeño llama la atención también sobre la necesidad de que la juventud continúe en las calles, considera la protesta del 27 como un intento de sectores burgueses y pequeñoburgueses de recuperar el control de la situación:
“Los que nos llamamos izquierda radical no vimos que el trabucazo era una trampa y nos plegamos a la misma. Pero hoy está claro que fue el bajadero de la traición. Esos jóvenes reunidos son peligrosos para el plan electoral burgués imperialista […] Organizaron para el 27 fecha patria, para ir a la plaza y con un discurso de paz y orden, llevarlos a confiar en la votación para fortalecer la mierda de democracia semi colonial que vivimos”
Según opinión del mismo analista, la salida política viable para los sectores populares implica no depositar ninguna confianza en la derecha opositora burguesa y la convocatoria a una Asamblea Constituyente en donde la clase trabajadora, el pueblo y la juventud decida su destino de manera libre y soberana.