Nuevo recorte presupuestario
CON EL NUEVO RECORTE PRESUPUESTARIO:
¿LE ALCANZARÁ LA PLATA AL GOBIERNO PARA TERMINAR EL AÑO?
Por Manuel Sandoval Coto
Cuando Rocío Aguilar, la exministra de Hacienda, diseñó la Reforma Fiscal, dejó claro que aunque la extensión del IVA iba a aumentar los ingresos del Estado, durante el primer año el déficit fiscal no iba a reducirse mucho (sólo un 0,3%), aunque se recortara fuertemente el gasto público. El aumento de la carga del pago de intereses de la deuda mantenía la dinámica hacia un endeudamiento mayor, que para este año se acercaría a un 60% del PIB. Para doña Rocío se trataba, en cierta forma, de preparar el terreno para una aplicación brutal de la Regla Fiscal el año entrante, posibilitando que la deuda y el déficit se estabilizaran y comenzaran a bajar a partir del 2024. Doña Rocío esperaba que en el entretanto se aprobaran las leyes antihuelga, la ley de Empleo Público, las pruebas de idoneidad para el Magisterio Nacional, y comenzara a avanzarse hacia la unificación de los regímenes de pensiones y la venta de activos (empresas) del Estado.
Una situación precaria, porque con los vientos recesivos a nivel internacional el financiamiento del presupuesto nacional se estaba tornando más difícil y caro (la tasa de los intereses que se pagan por los bonos del Estado que se colocan en el mercado interno y en el exterior han subido), situación que con la pandemia se agravó, ensanchando el hueco en las finanzas públicas en casi 1 200 000 millones de colones (1,2 billones). El déficit estaría llegando a un 12% del PIB, faltando de cubrir casi 4 260 000 millones de colones.
Como la burguesía costarricense, para mantener la evasión y las exoneraciones fiscales, se ha convencido de que la solución milagrosa es endeudar más al país y recortar el presupuesto nacional, Carlitos sigue en esta línea y conforme le pedían los diputados ha enviado a la Asamblea Legislativa otro proyecto de recorte presupuestario más violento que el que le rechazaron.
Pretende ahora reducirlo en 372 000 millones más (un 1% del PIB), algo así como un 5%. El presupuesto de este año no crecía en términos reales con relación al año pasado por lo que el golpe es muy fuerte y de efecto recesivo sobre la economía nacional.
Propone un rebajo de un 15% sobre los salarios por encima de 1,5 millones de colones durante un año (lo que dejaría 130 000 millones) y un recorte centrado en el MEP (127 700 millones), el MOPT (21 700) y el Ministerio de Trabajo (21 584 millones). A la Caja le giraría 42 800 millones de colones para compensar la pérdida de ingresos por la reducción de la base impositiva a los empresarios, una suma insuficiente para llenar el hueco financiero que le crearon.
El recorte de transferencias a las universidades y las juntas de Educación en el MEP, así como el recorte en el MOPT son de gasto en obra pública, lo que nos parece un absurdo cuando de lo que se trata es de reactivar la economía. En el caso del Ministerio de Trabajo se eliminan partidas para gasto social… lo que se llama desvestir un santo para vestir otro. Se eliminan también recursos para el PANI, la Cruz Roja y el IAFA.
Con la firma de la Carta de Intenciones con el FMI, el gobierno le entregó el control de las finanzas públicas a una súper troika que definirá la política de ajuste, integrada por el ministro de Hacienda Elián Villegas (hombre de la mafia financiera de ALDESA), Rodrigo Cubero, Presidente del Banco Central y el ex ministro Chaves (que ha asumido el rol de plenipotenciario de los organismos financieros internacionales y puso sobre el tapete la lista de instituciones públicas que se deben vender para abonar al déficit).
Aunque la información es opaca, aparentemente el gobierno podría terminar el año (sin que se quede sin recursos) gracias al recorte de gastos, a un prestamito extra de 508 millones de dólares con el FMI y a otro de 300 con el BID. Aparentemente las instituciones financieras internacionales van a sostener al gobierno a cambio de aplicar el programa del FMI de mayor recorte de salarios y pensiones, venta de activos del Estado y alza del IVA a un 15%. Por supuesto que la situación podría sostenerse sólo si se aprueban los otros préstamos que hacen fila y una emisión de bonos por 800 000 millones. No olvidemos que el hueco es gigantesco: 4 260 000 millones de colones.
EL RECORTE MÁS BRUTAL QUEDARÍA PARA EL PRESUPUESTO DEL 2021. Sin embargo, ¡cuidado! Todo este andamio con naipes para sostener los gastos del gobierno hasta que termine el año, se puede venir abajo. La pandemia no se transmite en el aire, pero los vientos electorales ya empiezan a sentirse. Para distanciarse del gobierno (que ya comienza a desgastarse de nuevo al ponerse en evidencia que no tiene un manejo tan acertado de la pandemia como pretendía), los diputados de la oposición comienzan a hacer críticas al recorte, insistiendo en que el IVA no se aplique a la canasta básica. Pura demagogia, porque quieren más recorte. Maniobrando, el Ministro de Hacienda propuso una por otra: quitar el IVA a la canasta básica a cambio de gravar el salario escolar.
Curiosamente, sin embargo, el recorte pospone el pago de 50 000 millones de colones de amortización al principal de parte de la deuda. Esta tendría que ser parte de la salida al déficit fiscal: UNA MORATORIA DEL PAGO DE INTERESES Y PRINCIPAL DE LA DEUDA QUE CONTRAJO EL ESTADO CON LOS EVASORES FISCALES. Esta mafia evade el pago de impuestos, y hace un negocio redondo comprando títulos del Estado con jugosos intereses.
La otra parte de la salida de fondo es meter en cintura a esa mafia financiero-empresarial: abolir el secreto bancario para terminar con la evasión fiscal. A la Caja habría que financiarla con un impuesto de emergencia al gran capital.
La posibilidad de que a fin de año el Gobierno Central se quede sin plata para pagar salarios y pensiones con cargo a Hacienda es real. El andamio de préstamos y emisiones de títulos con los que se sostiene el presupuesto nacional puede caerse como un castillo de naipes, las medidas recesivas de este gobierno pueden disminuir aún más en los próximos meses los ingresos normales por impuestos. URGE UN ENCUENTRO OBRERO Y POPULAR, para discutir una salida de fondo y un PLAN DE LUCHA para movilizarnos a las calles.
EL PUEBLO NO PUEDE SACRIFICARSE MÁS:
¡HAY QUE METER EN CINTURA A LOS GRANDES EMPRESARIOS CULPABLES DE LA CRISIS FISCAL!