AFGANISTÁN EN MANOS DE LOS TALIBANES: UN FRANKESTEIN YANKI

29/08/2021
BIDEN AFGANISTÁN

¿TRIUNFO O DERROTA?

David Morera Herrera

Algunas de las organizaciones llamadas de izquierda, revolucionarias y hasta trotskistas, hacen una formal analogía entre la salida apresurada de las tropas yankis de la azotea de la embajada de Washington en Saigón (triunfo glorioso de las masas obreras y populares de Viet Nam y de la protesta global contra la guerra); comparándolo mecánicamente con el desastre humanitario que  rodea al aeropuerto de Kabul.

Se solazan de la retirada del ocupante yanki, cuya alegría compartimos, alegría por el fin de su larga, explotadora y sangrienta ocupación.

Pero no lanzamos las campanas al vuelo. Hemos encontrado al colmo de denominados  trotskistas que, estableciendo como único eje de contradicción:  la del imperio (uno de ellos) y la colonia(?), llegan a dictar qué hay que hacer frente único con los Talibanes, ante una eventual guerra de contragolpe de Biden, guerra que no existe. No solo es una postura absurda, sino de nefastas consecuencias.  ¿Por qué?

DESPUÉS DE LA SALIDA DEL OCUPANTE YANKI: ¿QUÉ ES LO QUÉ SIGUE?

Procuremos hacer análisis concretos de la realidad concreta, como aconsejaba Lenin. Primero nos preguntamos: 1) ¿qué estela de podredumbre y congojas populares deja la salida intempestiva del ocupante yanki? y 2) ¿cómo opera, al servicio de qué reorientación geopolítica de Whashington y el Pentágono?

Y sobre todo nos preguntamos ¿qué gana el movimiento obrero, campesino, popular, laico, democrático independiente, las minorías tribales (que no son Pashtun), y ante todo, qué ganan (más bien, qué pierden) las mujeres, con el triunfo Taliban?

Los que creen que estamos frente a un gran triunfo debido a la salida del ocupante yanki de Afganistán, se equivocan de cabo a rabo. No advierten lo que tienen frente a sus narices, lo que sigue: la siniestra imposición del régimen totalitario, brutalmente machista, y su ideología teocrática, fundamentalista: tremendo retroceso del movimiento contra el Patriarcado, sistema de opresión que es inherente y fundamental para el funcionamiento del capitalismo. Es más complejo el problema. Más dialéctico.

LA DICTADURA QUE IMPONE EL TALIBÁN

El  Taliban, Al Qaeda, ISIS, son todos monstruos, “Frankenstein” fabricados en sus orígenes en las escuelas fundamentalistas islámicas (madrasas) paquistaníes y saudíes  financiadas y apertrechadas militarmente por la CIA, el MOSSAD israelita,  las petromonarquías árabes, para enfrentar la ocupación de los infieles “ateos” soviéticos  que ocurrió en Afganistán durante los ochenta, condujo a la humillante derrota y al inicio del colapso de la antigua Unión Soviética.

Los califas de El Talibán ejecutan su dogma, sin discusión alguna, que consiste en una interpretación fundamentalista (al pie de la letra) de ciertas partes del Corán (la “Biblia” musulmana) y sobre todo de sus antiquísima Sharia, que lleva a una brutal opresión de las mujeres, al punto de que sus maridos deciden todo por ellas y el uso de su cuerpo y no tienen derechos. Son víctimas a muerte las mujeres rebeldes, que se resistan a ser esclavizadas desde adolescentes por sus maridos y ni se diga de la represión sangrienta contra la comunidad homosexual y los grupos sindicalistas, laicos e independientes, científicos, que disientan  de su interpretación “verdadera y única” de El Corán.

Nos informan que marcan con pintura las casas dónde viven mujeres activistas anti-Talibanes. Sobre el caso de Freshteh Rafat: “El lunes apareció en la fachada de su casa en Herat una pequeña marca de pintura negra, a la que inicialmente no dio demasiada importancia. Pero es que a una colega suya que también ha sido muy activa en la defensa de los derechos de las mujeres le pasó lo mismo: su casa también amaneció marcada con pintura. Y también a otra y a otra…[1]

 LA DOBLE MORAL DEL IMPERIALISMO YANKI

El 9 de octubre de 2012, Malala,   una joven de 15 años sufre un gravísimo atentado que compromete su vida, en el que se hiere a dos estudiantes más. El atentado perpetrado por los talibanes en Paquistán contra Malala y sus dos otras compañeras de lucha,  se ejecuta por el “delito” de exigir el derecho a la educación.

Se pregunta Freishet:  “Malala- fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz. En Afganistán también hay miles de Malalas. ¿Por qué a nosotras no nos tenéis en cuenta?”.[2]

El premio Nobel es un galardón político, particularmente: el premio Nobel de la Paz. Y la Fundación Nobel es un organismo imperialista por excelencia. La misma fundación que le dio el Premio Nobel de la Paz al oligarca patriarcal costarricense Oscar Arias (Corporación Sama S.A.), en pago de los servicios prestados con el Plan de Paz que llevó a la rendición de las guerrillas centroamericanas, a cambio de puestos parlamentarios y a la perdida de las conquistas sociales de la revolución nicaragüense original y a la consolidación de una nefasta burguesía disfrazada de “sandinista” encarnada en Ortega-Murillo.

“Últimamente Freshteh trabajaba en una casa de acogida para mujeres maltratadas(…) Los talibanes consideran que las casas de acogida son lugares de perdición porque viven mujeres solas, sin la compañía de un hombre. Tras el cierre de la casa de acogida en Herat, las mujeres alojadas allí fueron trasladadas a un centro en Kabul. Freshteh no sabe decir qué habrá pasado con ellas. Solo sabe que ella también tiene que marchar. Como tantos otros, aspira a salir del país, a subir a uno de los aviones de evacuación”. Segun Freishteh: “En Afganistán también hay miles de Malalas. ¿Por qué a nosotras no nos tenéis en cuenta?”.[3]

Pero además las posturas que ignoran la situación concreta de mujeres como Freishet hoy en Afganistán, no podrían  ser más insensibles al drama humano.

Un buen amigo y camarada de Chicago me compartió en redes sociales sus observaciones y  criticas a la postura de Izquierda.diario, órgano de la Fracción Trotskista (con sede en el PTS argentino). Lo reproduzco a continuación:

Dice la Fracción de Izquierda: “Pelear por la retirada de todas las tropas imperialistas que solo beneficiarán a los mismos aliados que nada tienen que ver con los intereses del pueblo trabajador afgano, y luchar por evitar nuevas catástrofes e intervenciones como éstas en otros países. También apoyar toda resistencia que pueda existir en los próximos días cuando los talibán estén tocando las puertas de Kabul.”

Replica el camarada de Chicago: “Pelear por la retirada de las tropas estadounidense, ¿contra quién? Me parece fantástico(…); la retirada es obligada y se dará.

Además, llamar para librar tal lucha, al mismo tiempo que se expresan simpatías por los refugiados es incongruente; el colapso del estado construido por el imperialismo estadounidense es precisamente la causa de la crisis humanitaria de la coyuntura(…)

Falta en el artículo lo fundamental, caracterizar al Talibán. De allí se pierde toda posibilidad para orientarse. (…) Empero. los Talibanes, por su política sin calificación de reaccionaria, de represión de las minorías religiosas y étnicas, y sobre todo misóginos, y por su origen y construcción por afuera y en contra del orden de normas y leyes del régimen burgués–impuestas por el imperialismo estadounidense–el Taliban comparte características fundamentales con el fascismo”.

Luego en otra nota señala el camarada: “Los colaboracionistas” son por algunos indicadores 300,000 o más personas”. Supuestos antiimperialistas claman: “De ninguna manera defenderemos a los colaboracionistas”…Palabras más duras que las que ofrecieron el mismo Talibán; ellos ofrecen la amnistía. Creo que es necesario tratar la cuestión de la colaboración con un poquito más compasión humana. El 75% del estado afgano dependía del financiamiento externo. Maestros, periodistas, burócratas de los rangos más bajas, todos  fuerzas que según el Taliban “colaboraban” con el imperialismo yanquí.

¿Pero qué tal los comandos y los intérpretes? ¿Participaron directamente en el combate o auxilio del estado títere, , directamente al servicio de las fuerzas armadas del imperialismo estadounidense?. Sí, pero igual, creo que es forzoso exigir respeto a sus derechos humanos.

Leí una nota hace un mes en la que se contó la historia de un taxista afgano, obligado por dos oficiales del ahora liquidado ejército nacional a facilitarles su huida. Los Talibanes grabaron su placa, y lo ajusticiaron por ser “colaboracionista”.

IMPORTANCIA GEOPOLOLITICA Y ECONÓMICA DE AFGANISTAN

En el siglo XIX, la frase “el gran juego” se utilizó para describir la competencia entre los imperios británico y ruso por el poder y la influencia en Afganistán y los territorios vecinos del centro y sur de Asia.

Ninguno de los dos bandos se impuso en lo que se conoció como el “cementerio de imperios”. Dos siglos más tarde, una superpotencia estadounidense ha recordado una realidad similar. La debacle de Afganistán, en la que un ejército afgano de 300 000 soldados entrenados y equipados por Estados Unidos se derrumbó en horas, sirve de recordatorio de los límites del poder estadounidense en el amplio Medio Oriente.[4]

Los fuegos electoreros y la frustración de sus socios menores de la Organización para el Tratado Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (a la que Biden presiona contra el proyecto ruso Nordstream de Putin y la Ruta de la Seda china de Xin Jing Ping), han desatado una lluvia de críticas sobre Biden, sobre todo del trumpismo.   La evidencia demuestra hasta ahora que todo imperio ha desdeñado a Afganistán, país que se ha resistido a la interferencia exterior durante miles de años, desde Alejandro Magno.

Por otro lado: “Se sabe que funcionarios rusos han mantenido últimamente reuniones con representantes de los talibán, lo que no significa que el Kremlin, siempre pragmático, no sea consciente del peligro de contagio que el yihadismo radical supone también para Rusia.         (…) Así, según constataba el otro día el ‘Diario del Pueblo’ del Partido Comunista (de nombre- nota nuestra) chino: veinte años de intervención de EEUU en Afganistán solo habían servido para que murieran miles de norteamericanos y para malgastar en armamento el dinero de los contribuyentes.

Pero como en el caso de Rusia, China no debería alegrarse demasiado por la vuelta con fuerza de los talibán ya que su triunfo podría envalentonar al yihadismo (“guerreros santos islámicos) en toda la región, y ese país tiene también un problema con la minoría musulmana uigur”. [5]

En cuanto a Estados Unidos, cada vez más tensionando por Ucrania y el caso Navalny, rompe en Afganistán su ultima alianza militar con Putin; mismo que ya había colonizado a Siria, asfixiado a las guerrilleras y guerrilleros kurdos y reestalecido a su títere Bashar al Assad: férrea dictadura laica se supone “anti fundamentalista”.

En todo caso,  los cultivos de amapola, materia prima del opio, que antes protegían las tropas yankis, opio con el que se fabrica la heroina, fundamental para el narcotráfico internacional sobre todo hacia Estados Unidos y Europa: va a quedar en manos de los Talibanes, que posiblemente negocien con China… o con el mejor postor.

Es evidente que Biden se reorienta tácticamente a imponer más férreas cadenas al continente que considera su dominio y a su patio trasero: América Latina, dónde combina una ofensiva negociadora con Maduro en Venezuela, un aprovechamiento de la crisis y legítima protesta en Cuba y del desastre haitiano, para reforzar su ocupación militar, al mismo tiempo que sostiene, a sangre y fuego, a los asesinos Duque y Piñera, y tuerce el brazo a Pedro Castillo en Perú. Hay una ofensiva recolonizadora yanki contra los pueblos hermanos de Latinoamérica.

¡LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA SERÁ FEMINISTA O NO SERÁ!

¡FUERA TROPAS DE CUALQUIER PAÍS DE AFGANISTÁN!

¡POR UN AFGANISTÁN LAICO Y SIN DIVISIONES ÉTNICAS NI RELIGIOSAS!

¡DERECHOS PLENOS A LA MUJER PARA DECIDIR SOBRE SU VIDA!

¡TECHO, TRABAJO, SALUD Y EDUCACIÓN PARA TODAS Y TODOS!

[1] Bernabé,   Mónica .Publicado en KAOS EN LA RED el 22 Ago, 2021.

[2] Ibíd

[3] Ibíd.

[4] BBC News Mundo. “Afganistán: cómo el ascenso del Talibán cambia el tablero de poder en Medio Oriente (incluido el acuerdo nuclear con Irán”, Tony Walker, 18 agosto 2021.

Afganistán: cómo EE.UU., China, Rusia, Irán y Pakistán están involucrados en la lucha por el futuro de ese país

 

[5]BBC News Mundo “Afganistán: cómo EE.UU., China, Rusia, Irán y Pakistán están involucrados en la lucha por el futuro de ese país”., Norberto Paredes, 16 agosto 2021.