Balance y perspectivas de la lucha universitaria
Ante la arremetida del gobierno del PAC y el parlamento contra las universidades públicas, y la abierta y sistemática capitulación y complicidad de las rectorías y autoridades universitarias con esa arremetida, se viene desarrollando un pujante movimiento estudiantil autónomo, por fuera y en confrontación política, en su mayor parte , con los organismos formales e institucionales de dirección estudiantil: las Federaciones, en buena medida cooptadas por el partido de gobierno, otros partidos burgueses o estudiantes despolitizados.
Al momento de escribir estas líneas, se mantenían ocupaciones de edificios y sedes regionales en la Universidad de Costa Rica, mientras, por otro lado, la ocupación de la rectoría de la Universidad Nacional y el bloqueo de la arteria principal de Heredia, se levantó, mediante una negociación tramposa, con triquiñuelas y engaños flagrantes por parte de la rectoría. Pero el movimiento latente sigue activo y avanzando en su propio proceso de conciencia y organización interna.
A continuación externamos nuestra opinión, con todo respeto al espacio estudiantil autónomo, al que saludamos con aprecio y reivindicamos su valentía y aplomo en esta coyuntura de lucha por el presupuesto universitario; pero como organización obrera, campesina, feminista, ambientalista y popular que somos, consideramos que tenemos el derecho y el deber de opinar y aportar en la práctica, en la lucha común en defensa de la Universidad Pública y Necesaria.
No se puede confiar, ni un milímetro, en las autoridades universitarias, endeudadas al Banco Mundial y al gobierno neoliberal
Según el informe de la pasada negociación en la UNA, ésta fue una farsa montada por la Rectoría, con el cuento de argucias legales, pusieron como condición para “negociar” una minuciosa inspección y acta notarial sobre el buen estado de las instalaciones y luego lograron lo único que querían: el desalojo de la Rectoría y la “normalidad” en el campus.
En esa “mesa de diálogo” , desde el punto de vista estrictamente jurídico institucional, la demanda estudiantil se circunscribió esencialmente a la demanda de destitución del rector Salom, su Vicerrector de Administración Pedro Ureña y Baldí, jefe de seguridad de la UNA, por ordenar la represión a estudiantes, en contubernio y con la brutal participación de fuerzas policiales, en absoluta violación de la autonomía universitaria , lo que era inviable en ese terreno, pues era pedirle a esa misma argolla que suelte las riendas del poder.
No obstante, la crisis al interior de las altas esferas de la conducción universitaria es cada vez más aguda. El diario La Nación de fecha 02/11/19 informa que el Consejo de Decanaturas (CONSACA) y la Asamblea de Representantes (Directoras y Directores de Escuelas) solicitan la renuncia de Salom, cuya camarilla cada vez está más cerca del despeñadero.
El Movimiento estudiantil autónomo ha sembrado una semilla de dignidad admirable y ejemplar para personas estudiantes, docentes y administrativas. Se logró un despertar enorme de la conciencia y organización de un nuevo movimiento estudiantil de vanguardia, que no existía antes, se unificó, aprendió, se autoorganizó y templó en la lucha firme y decidida.
Pero hay que ajustar las tácticas y estrategias acorde con la correlación de fuerzas, real y cambiante. Por consiguiente, nuestro consejo respetuoso es exigir algo fundamental para preservar la acumulación de fuerzas del movimiento, mantenerlo intacto: que no tomen represalias de ningún tipo contra estudiantes y trabajadores, que han participado en esta jornada bajo distintas formas de lucha.
En cuanto a la crisis financiera de las Universidades Públicas, tampoco hay que caer en las “negociaciones” dilatorias de rectorías y el Gobierno. Al fin y el cabo no se hace nada negociando con los payasos, si el que define es el dueño del circo. Y quien define el presupuesto universitario es la Asamblea Legisladrona y en ese escenario no hay mucho o nada que esperar.
Mientras las rectoría y sus agentes quieren desgastar las ocupaciones con dilaciones e incertidumbre, las clases están retornando a la normalidad, y se han incorporado las personas administrativas y docentes que apoyaban, porque en la Asamblea del Sindicato de la UNA (SITUN) ni siquiera se votó la propuesta de Huelga, con permiso o sin permiso de las autoridades universitarias, mientras que y en la respectiva Asamblea del sindicato de la UCR (SINDEU), la misma propuesta fue boicoteada, por un sector alineado con las autoridades.
A nuestro criterio, lo que corresponde es un repliegue táctico, para proteger la fuerza acumulada, extraer las lecciones de la jornada, renovar y fortalecer el esfuerzos el próximo año en el que la batalla va a ser más dura por la aplicación de la regla fiscal de modo más drástico, en virtud del incremento de la deuda pública y la aplicación del IVA. Y en el momento oportuno pasar a la contraofensiva. Es lo que Lenin denominaría: “un paso atrás, para dar luego dos pasos adelante”.
Esta batalla no es la primera, ni será la última, por el presupuesto de las universidades públicas, no es el “Juicio Final”. Lo importante ahora es defender lo más importante que se ha conquistado: la preservación y fortalecimiento del movimiento autónomo.
PROPUESTAS
1) Unidad más absoluta frente a la embestida neoliberal del gobierno, en complicidad con las autoridades universitarias. Pero no una unidad para tomarse de las manos y clamar por el amor y la paz universal, cosa que está muy bien para quienes así lo profesan con sinceridad. Pero no se trata de una unidad abstracta, genérica. Se trata de construir una unidad para luchar con firmeza, con métodos combativos, y formas participativas y autónomas de auto-organización, y ante todo, con objetivos claros. Es preciso determinar: ¿Cuáles son esos objetivos inmediatos, a mediano, y a largo plazo de este nuevo movimiento estudiantil? ¿Cuáles son sus tácticas y sus estrategias?
2) Por otra lado, no hay que olvidar ni un instante, que los objetivos inmediatos del movimiento siempre están en relación, no solo con las necesidades y demandas generales (todo el programa) elaboradas por el movimiento, sino por la correlación de fuerzas , que se debe analizar objetiva y seriamente, a la hora de medir cuáles objetivos son alcanzables y permiten un salto adelante en el movimiento, en este momento concreto, o al menos la preservación de la acumulación alcanzada por él mismo.
3) Por ello el movimiento no tiene por qué ser sectario o excluyente, siempre y cuando se cumpla con condiciones y posiciones para avanzar y abrir el camino para triunfar. No importa si sus integrantes son anarquistas, marxistas, independientes, cristianos, del Frente Amplio, o incluso de cualquier otra filiación política o religiosa. Si se comparten objetivos y métodos comunes es necesario propiciar la más amplia unidad para ganar esta batalla y las que vendrán.
4) Asimismo, el movimiento debería buscar el apoyo de los sectores más explotados de la comunidad universitaria, personas trabajadoras administrativas y docentes interinos, organizados sindicalmente o no. De la misma forma, tener canales ágiles de comunicación y formación que logren posicionar la lucha y ganar aliados a la causa entre amplios sectores del pueblo, a quien se debe la comunidad universitaria.