Documento de Ecosocialismo
Nota del editor: Compartimos con nuestro público lector un documento distribuido a lo interno de nuestra organización en el congreso de 2013. Esperamos sirva de insumo para conocer nuestros debates.
Documento de Ecosocialismo
XXII CONGRESO PRT “ROSA LUXEMBURGO”
San José, 10 y 11 de agosto del 2013
Sobre la necesidad de la revolución socialista mundial para salvar la vida en el Planeta
I-Reivindicar el pensamiento marxista
-
-
- Este Congreso es la primera ocasión en la historia de nuestro Partido, en que discutimos como un punto específico la gravedad de la destrucción del medio ambiente que está provocando el capitalismo a escala planetaria. El hecho refleja tal vez, que la creciente alarma de los científicos ante el calentamiento global, está trascendiendo a sectores más amplios que las corrientes ecologistas contestatarias, que se expresan en medio de las cumbres medio-ambientales de la ONU.
- En Europa, estas corrientes, de composición social pequeñoburguesa y políticamente conservadoras (como se ha visto con la participación de los “Verdes” en gobiernos burgueses de todo tipo), han levantado una ideología anti-socialista, que separa la lucha medio ambiental del terreno de la lucha de clases y la necesidad del socialismo, sobre la base de que en el pensamiento de Marx y Engels en última instancia lo que existe es una visión que señala la necesidad del progreso ilimitado de las fuerzas productivas para trascender el capitalismo, sin mayor preocupación por sus efectos sobre la naturaleza. Es una crítica cercana a la verdad si se tratara de juzgar la orientación productivista que caracterizó al estalinismo, para escapar al atraso de la Unión Soviética en medio de un entorno capitalista hostil. Tchernobyl, seis décadas después de iniciada la industrialización a marcha forzada de la URSS, fue una pequeña muestra, entre centenares de desastres ambientales y humanos provocados a lo largo de la geografía soviética, de lo que fue la gestión burocrática de la economía: bajo la norma de alcanzar el máximo de producción (cumplir las metas impuestas desde Moscú para recibir medallas y promociones), se sacrificaba al trabajador y se impedía un desarrollo armonioso de las fuerzas productivas, en equilibrio con la naturaleza.
- Contra esta crítica malintencionada de las posiciones de Marx y Engels, reivindicamos la visión integral del ser humano como parte de la naturaleza que aparece desde sus primeros escritos (reflejando el pensamiento materialista del siglo XVIII) y se desarrolla plenamente en sus obras de madurez. El hombre y la mujer se desarrollan como tales en el trabajo, en la relación metabólica con la naturaleza que permite su sobrevivencia. El ser humano es alienado por el capitalismo desde el momento en que esta relación social se vuelve en su contra y deja de producir para sí, a la par que se le separa de su entorno natural. Sintetizando lo más avanzado del pensamiento científico de su época, Marx y Engels denuncian la fractura metabólica que se produce al separar al productor directo de sus medios de producción y encerrarlo en grandes concentraciones industriales, que vacían el campo de trabajadoras(es) y cortan el ciclo natural de recomposición del suelo con los deshechos orgánicos de hombres y animales. La utilización de los abonos agroquímicos será para Marx una salida paliativa y temporal a la pérdida de fertilidad del suelo, lo que pone de relieve la importancia de los ciclos vitales de la naturaleza en su pensamiento. Las páginas de El Capital y otras de sus obras económicas presentan cuadros vívidos de las consecuencias de la fractura metabólica y de las tendencias más profundas del capitalismo, apenas embrionarias en la época de Marx y Engels, a transformar el desarrollo de las fuerzas productivas, en fuerzas de destrucción del ser humano y la naturaleza. Cuando Marx señala que el único límite que conoce el capital es la propia ganancia, nos indica el funcionamiento cada vez más depredador de la naturaleza y el ser humano que ha tomado el capitalismo en la actualidad.
- Esta tradición marxista se desarrolló en los primeros años de de la revolución rusa, hasta que se extingue bajo los golpes del estalinismo. Los esfuerzos del movimiento trotskista se van a concentrar en defender la necesidad de la revolución socialista contra el programa de revolución por etapas que levanta la burocracia soviética, para justificar la búsqueda de alianzas con burguesías nacionales y sectores del imperialismo.
- La corriente morenista de la que provenimos no fue la excepción. No sólo por una buena dosis de empirismo, sino también por la orientación a concentrarse en el movimiento obrero urbano. Esto ha sido una limitación en América Latina, porque las luchas que han protagonizado amplias masas del campesinado pobre y de los pueblos originarios en América del Sur en estos últimos años han tenido como detonante la contaminación que generan las petroleras en la selva, la destrucción de los bosques por nuevas carreteras, la minería, la contaminación que generan cultivos de agroexportación de tipo industrial por el uso intensivo de pesticidas y otros problemas de afectación del medio ambiente.
- En el caso de nuestro Partido, apoyamos desde San José algunas luchas, como la de Crucitas, sin preocuparnos por una intervención más coherente y en profundidad. Esto ha significado, que corrientes reformistas ligadas al Frente Amplio y el PAC le impriman al movimiento una perspectiva legalista que en algún momento puede llevar a la derrota de movilizaciones importantes. El proyecto de ley que promueve Villalta para solucionar la situación de los ocupantes pobres del territorio costero, se ha transformado en un callejón sin salida.
- Establecer una síntesis del verdadero pensamiento marxista en torno a la necesidad de una relación equilibrada entre la Humanidad y la naturaleza, es una tarea de primer orden, para intervenir en el movimiento ecologista y direccionarlo al terreno de la lucha de clases. Con el método de Marx y Engels, el Partido debe promover a los cuadros jóvenes para que adquieran una sólida formación científica en el campo de las ciencias naturales y el Partido pueda así asimilar mejor el alcance de los desastres naturales que prepara el capitalismo. Este Congreso debe ser visto, tan sólo como el punto de arranque de una reflexión permanente sobre toda la problemática ambiental, para intervenir en las luchas que se generen.
-
II- Tomar conciencia de la amenaza del calentamiento global
- A lo largo de la historia, la ruptura del equilibrio con el medio ambiente ha provocado el colapso de algunas civilizaciones (como en el caso de los mayas en Yucatán y de Tihuanaco en el Altiplano peruano-boliviano, de la famosa Petras y de civilizaciones antiguas en el Yemén, o de las primeras culturas en el Indo para citar sólo algunos casos notorios). Lo nuevo con el calentamiento global, es que la amenaza engloba a la vida misma tal y como se desenvuelve en la biosfera. La posibilidad de que el cambio climático se acelere en las próximas décadas, al dispararse el aumento de las temperaturas con una dinámica propia, desvela hoy día a las/os) científicos más serios. En algunos informes se comienza a hablar de un alza de 6ºC de aquí al 2100, con relación a los comienzos de la revolución industrial en el siglo XVIII. Un cambio de esta naturaleza, cuando en 10 000 años antes de la revolución industrial, la temperatura del planeta sólo subió 1ºC, afectará sensiblemente la biodiversidad y los ciclos de la vida en la biosfera.
El Grupo de expertos intergubernamental sobre la evolución del clima (GIEC) señala, sin embargo, que a partir de un aumento de la temperatura en 3,25ºC, tendríamos un panorama devastador y probablemente será el proceso que se viva en una o dos generaciones. Más claramente, la mayoría de las y los militantes del partido tendrán la oportunidad de presenciar directamente si estas previsiones se confirman. (La parte mala es que sufrirán algunas incomodidades y problemas).
Es decir, las compañeras(os) jóvenes podrán ser testigos del inicio de una serie de cataclismos que provocarán la muerte de centenares de millones de seres humanos: la desaparición de las masas de hielo de los polos con la consiguiente inundación de las zonas costeras de todo el planeta y la transformación en desiertos de regiones otrora verdes al derretirse los glaciares que alimentaban sus ríos, tormentas cada vez más recurrentes y violentas, cambio del régimen de lluvias que convertirá en desiertos nuevas áreas y someterá a tremendas inundaciones otras, enfriamiento de la corriente del Golfo con los hielos derretidos del Ártico que provocará un descenso violento de las temperaturas en Europa Occidental, afectación de la agricultura y la producción de alimentos, plagas de todo tipo subiendo y bajando sin ninguna barrera geográfica, mayor escasez de agua para el consumo humano, etc.
-
-
- Cuando se habla de una crisis civilizatoria en ciernes, se apunta en realidad al patrón energético que estableció el capitalismo, basado centralmente en los combustibles fósiles. El modelo altamente dilapidador de energía en que se sustenta hoy en día la producción capitalista, es responsable de la liberación de carbono en la atmósfera con el efecto invernadero que provoca. Para que tengamos una idea de la situación casi irreversible que se está generando en la Atmósfera, pongamos atención nuevamente a las previsiones del GIEC. Para contener el proceso del calentamiento global el pico de las emanaciones tendría que alcanzarse antes del 2015 y a partir de ese momento disminuir de un 50 a un 85% con relación al 2000. Puede parecer muy extremo, pero en estos modelos no se contemplan “fenómenos no lineales”, como la liberación del metano de los fondos oceánicos y de los suelos congelados. La “liberación” de estos procesos podría significar que el calentamiento global se dispare.
- ¿Qué está implícito entonces en los señalamientos de los expertos? Sin lugar a dudas, la necesidad de renunciar, de una forma radical, a los combustibles fósiles. Es algo impensable que se llegue a dar bajo el capitalismo, sin embargo, porque es un sector monopólico con una tremenda rentabilidad, en torno al cual se articulan sectores claves de la producción capitalista: la petroquímica, el acero, el automóvil, la construcción aeronaval. Vemos así que los gobiernos imperialistas cierran los ojos, y se contentan con medidas cosméticas para salvar la cara: como programas para sembrar árboles y proteger los bosques existentes, o la lógica perversa del Protocolo de Kyoto, de comprarle a los países atrasados el derecho a disponer de parte de su cuota de contaminación. Más aún, el imperialismo norteamericano se juega su hegemonía, en una escalada guerrerista en el Medio Oriente para asegurarse el control de sus reservas de hidrocarburos. La lógica irracional que priva, es que mientras no se acabe la posibilidad de explotar las reservas de combustibles fósiles con algún margen de rentabilidad, hay que aferrarse a esta matriz energética.
- La problemática del calentamiento global pone a la orden del día, como nunca antes, el programa de la revolución socialista internacional, y la necesidad de construir una organización revolucionaria mundial para llevarlo a cabo. En este Congreso, donde nos vemos nuevamente en orfandad de un referente internacional, después de nuestra expulsión de la LIT-CI, tenemos que entender que el trotskismo obrero y revolucionario sólo se va a desarrollar en las próximas décadas como corriente internacional, si se prepara en el terreno teórico y militante para intervenir en los desastres que se anuncian. Son los sectores más pobres y vulnerables de la población mundial los que sufrirán más, lo que hará de la solidaridad de clase una tarea central y planteará la necesidad de la toma del poder por el proletariado y sus aliados. Ya hemos visto en medio de dramas como la inundación de Nueva Orleáns por el huracán Katrina, la polarización social que se produce ante la insuficiencia y el desinterés con que los gobiernos burgueses responden a estas tragedias. Podríamos mencionar también como un pequeño ejemplo la efervescencia que se vive en Guanacaste como resultado de la carencia de ayuda para la reconstrucción después del terremoto de Nicoya.
-
III. Restablecer el equilibrio con la naturaleza en la transición al socialismo
-
-
- En el campo del trotskismo, la única corriente que ha intervenido seriamente en el movimiento ecologista es el mandelismo, que ha terminado adaptándose a muchos de los prejuicios de las corrientes pequeñoburguesas y reformistas de Europa. Ellos han acuñado el término de “ecosocialismo” para autodefinir su preocupación por los problemas ambientales, término muy gráfico con el que nosotros también nos definimos. El mandelismo, que levanta un programa difuso de exigencias “anticapitalistas” a los gobiernos imperialistas, habla de la necesidad de reconvertir el aparato productivo capitalista en dos sentidos: desechar los combustibles fósiles y redefinir las necesidades prioritarias para disminuir el volumen de la producción. Aunque reivindican el derecho de los 3 000 millones de pobres del Sur a satisfacer sus necesidades básicas, insisten mucho en que el planeta no puede seguir sosteniendo los niveles de producción actuales.
- Tal vez a algunas(os) compañeros les llegue a parecer que la discusión que vamos a abrir con el mandelismo guarda muy poca relación con los problemas de contaminación y destrucción ambiental que enfrentamos en el país, y nos terminarán haciendo la objeción de que son debates para el futuro, cuando se avecine la toma del poder en países centrales. Trataremos de demostrar, por eso, que esta discusión es clave para abordar correctamente los problemas actuales.
- El mandelismo habla de contener el desarrollo de las fuerzas productivas, planteamiento que confunde con la idea de reducir el volumen de producción alcanzado bajo el capitalismo. En ambos sentidos se equivoca de cabo a rabo, reflejando su abandono de las concepciones marxistas. En un proceso de cooperación internacional entre países con gobiernos obreros revolucionarios, sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables de energía, que privilegien la captación directa de energía solar, exigirá un desarrollo considerable de las fuerzas productivas (inversiones considerables e innovaciones científicas y tecnológicas de considerable envergadura). El planteamiento marxista de hacer la revolución socialista, para liberar el desarrollo de las fuerzas productivas de las trabas del capitalismo (con su fragmentación en estados-nación y el imperio de la ganancia), es perfectamente vigente y más actual que nunca. Bajo el capitalismo el desarrollo científico y tecnológico se ha venido convirtiendo un una fuerza cada vez más destructiva, que tiene que ser reorientado en un sentido progresivo para la Humanidad.
-
Somos, entonces, categóricos: una sociedad de transición al socialismo sólo avanzará en un proceso internacional, sustentado por un desarrollo gigantesco de las fuerzas productivas y por ende de la producción material. Será, ciertamente, un proceso de reconversión de grandes sectores de la industria en los países imperialistas, en función de las necesidades más básicas de los seres humanos y de la necesidad de prevenir y disminuir los daños que ocasionarán los desastres ambientales, en una dinámica que abre la posibilidad de integrar y expandir (sin violentar y profundizar la fractura que creó el capitalismo con la naturaleza) la producción de valores de uso.
-
-
- Así como en el plano político la transición hacia el socialismo estará marcada por la extinción progresiva del estado, en el plano económico esta transición se medirá por la desaparición de las desigualdades sociales y el restablecimiento de una relación metabólica con la naturaleza que tienda al equilibrio y la no afectación de los ciclos vitales de la biosfera. En este sentido, coincidimos con el mandelismo en que se debe replantear qué necesidades debe cubrir prioritariamente la producción social. El capitalismo ha extendido su base productiva generando la necesidad de adquirir productos banales y favoreciendo una cultura del desperdicio.
-
La expansión del uso de combustibles fósiles, más allá de la producción industrial, ha tenido un elemento clave, en el desarrollo de la cultura del automóvil individual. Con un trabajo educativo muy paciente, habrá que convencer a la capas de la población que han podido acceder al mismo, de la necesidad de recurrir al transporte colectivo para evitar las emanaciones de gases de efecto invernadero. Este tipo de necesidades que creó el capitalismo, deben ser cuestionadas.
En lo que no coincidimos con el mandelismo y otras corrientes ecológicas contestatarias, es en planteos como impulsar procesos productivos con más trabajo vivo como alternativa a los procesos industriales e implícitamente a la globalización de la producción capitalista, concretamente: la producción campesina de carácter orgánico. Estos planteos reflejan salidas pequeñoburguesas para escamotear la necesidad de tomar el poder, expropiar las transnacionales, e imponer progresivamente una racionalidad diferente al aparato productivo orientada hacia la producción de valores de uso en función de las necesidades básicas del ser humano. Aunque le damos mucha importancia, para recuperar la producción de alimentos en nuestro país, amenazada por el cambio climático, a la pequeña producción campesina, y más aún de carácter orgánico, no vemos por qué en el marco de un proceso internacional de transición al socialismo, no podemos seguir intercambiando café, banano y los productos agrícolas que hoy se producen en condiciones capitalistas (claro está, que ahora bajo otras relaciones sociales y de respeto al medio ambiente). (Esto no descarta que se pueda eliminar algún producto muy destructivo del medio ambiente)
Impulsar la transición al socialismo, no se va a dar dentro de un régimen de comunas autárquicas, sino sobre la base de los logros productivos más importantes alcanzados bajo el capitalismo, reorientados a restablecer la armonía del proceso productivo con la naturaleza.
-
-
- La fractura entre la ciudad y el campo, que implica la enajenación del ser humano de la naturaleza, su condena a ambientes artificiales y aberrantes como las grandes megalópolis de 20 y 30 millones de habitantes que están surgiendo, es un problema que habrá que enfrentar de otra forma. Si en nuestro país no vamos a tener una dimensión urbana semejante, el gran área metropolitana que surge en el Valle Central deteriora progresivamente, sin embargo, las condiciones de vida, fenómeno que se complicará con las consecuencias de los desastres climáticos. Desde ahora podemos ir adelantando, que defendemos como orientación estratégica del planeamiento urbano la integración de pequeños complejos habitacionales y productivos en el entorno natural, tal y como Bujarin y otros ecologistas lo plantearon en la URSS.
- El desastre de la planta nuclear de Fukuyama en Japón como consecuencia del Tsunami que afectó este país el año antepasado, demuestra a las claras la inseguridad de estas plantas bajo las condiciones de rentabilidad que impone el capitalismo. Apoyamos su desmantelamiento y su sustitución por fuentes energéticas renovables, al igual que exigimos el desarme nuclear del imperialismo, y que cese la práctica de convertir a naciones pobres y atrasadas como Somalia o la India en vertederos de residuos tóxicos radioactivos. Sin embargo, frente a las amenazas del imperialismo de guerras preventivas y hasta del uso de armas atómicas contra el régimen norcoreano o la burguesía iraní, reivindicamos el derecho de estos países y de cualquier otra nación agredida por el imperialismo a dotarse de armamento atómico.
-
IV. Elaborar el programa de transición en el terreno ambiental interviniendo en las luchas
-
-
- Insistimos, si se trata de eliminar los hidrocarburos, es claro que el auto individual debe ser reemplazado por el transporte público movido ojalá por electricidad (trenes y tranvías). Aunque esto sólo se logrará con el trabajo de concientización de un gobierno obrero revolucionario, el partido debe defender desde ya esta perspectiva en su propaganda. Esta no es una posición contradictoria con el planteamiento que hemos hecho a favor de una nueva refinería. El abandono progresivo de la flota vehicular individual dependerá de alternativas baratas y accesibles de transporte público, que mejoren sensiblemente la calidad de vida; al mismo tiempo que luchamos en este sentido, reivindicamos la necesidad de que el país cuente con combustibles baratos, sin una carga tributaria exagerada y al menor costo ambiental posible.
-
Frente a la necesidad de nuevas fuentes de energía renovables, defendemos la necesidad de restablecer el monopolio del ICE sobre la generación eléctrica y las telecomunicaciones. Sostenemos que por los recursos hidrológicos con que cuenta el país, junto a la energía geotérmica, esta es la mejor fuente de energía alternativa a los combustibles fósiles. Exigimos terminar con la generación de energía térmica a partir de hidrocarburos. Planteamos, eso sí, una afectación mínima de las cuencas hidrográficas, consentida por las comunidades afectadas. Rechazamos la integración de la red eléctrica y la generación de energía en Mesoamérica en función de los plantes de las transnacionales.
-
-
-
-
- Los cambios climáticos en curso amenazan gravemente la producción de alimentos a nivel mundial. Contra la penetración de las transnacionales de agroexportación en el campo costarricense y el intensivo uso de pesticidas que practican, exigimos el control más estricto y duras sanciones compensatorias para frenar el daño ecológico que provocan. Sostenemos al pequeño productor campesino que produce alimentos. Exigimos el apoyo en créditos, insumos y ayuda técnica para impulsar estos procesos, y tierra para los campesinos desposeídos de la misma. Estamos por la prohibición total de semillas transgénicas, y las patentes de corso a las transnacionales farmaceuticas para explotar la biodiversidad de los bosques.
- La defensa de los bosques contra los proyectos para extraer recursos minerales y la expansión de la agricultura de agroexportación de tipo industrial, es una tarea de primer orden para aminorar los efectos del calentamiento global y defender la biodiversidad de los mismos. Nos pronunciamos por eso a favor de una prohibición total de la caza deportiva de las especies silvestres y en contra de la crueldad hacia los animales. Luchamos además por la defensa de los bancos pesqueros del mar patrimonial del país, contra su entrega a las flotas pesqueras internacionales, a cambio de dádivas como el puente del Tempisque que construyó Taiwán.
- Defendemos las fuentes de agua contra los proyectos turísticos y urbanísticos, haciendo norte en la prioridad de asegurar el abastecimiento para la población trabajadora y campesina. El agua es un derecho humano esencial que no puede depender de la lógica capitalista de garantizar el producto a quien pueda pagarlo. Las inversiones que requiere AyA para mantener el abastecimiento a la población y mejorar el alcantarillado sanitario, deben salir del bolsillo de los capitalistas, terminando con la evasión fiscal y las exoneraciones.
- En torno al calentamiento global y los diversos problemas ambientales que provoca la dinámica depredadora del capitalismo, el PRT defiende la necesidad de incorporar a las trabajadoras(es) y el pueblo a la discusión de los mismos, y la movilización permanente como método de acción para imponer las reivindicaciones populares. Defendemos además el derecho de los pueblos originarios a disponer de su patrimonio territorial. En el terreno internacional, apoyamos la coordinación y generalización de las luchas contra las transnacionales petroleras, mineras, farmacéuticas y agroalimentarias.
-
-
-