EL 11 DE SEPTIEMBRE NO SE OLVIDA

11/09/2020
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Por David Morera Herrera

Mucho se ha escrito sobre el 11 de septiembre. Particularmente, acerca del horror que significó el atentado que, mediante aviones kamikazes secuestrados, destruyó las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York. Ocurrió el 11 de septiembre del 2011.Pues bien, hoy es justo recordar otro 11 de septiembre, tan trágico o más, que el del 2001. En la punta austral de nuestra América, Chile jamás se olvida.

Otro 11 de septiembre, en el año 1973, se produjo el golpe militar contra el Gobierno electo de la Unidad Popular, encabezada por Salvador Allende. El golpe fue encabezado por el General Pinochet, supuesto militar constitucionalista de confianza de Allende. El golpe fue promovido por la CIA, como parte de su estrategia de contrainsurgencia en el Cono Sur (Plan Condor), que llevó a la instalación de las dictaduras de seguridad nacional en Chile, Argentina, Brasil, Uruguay. El golpe fue diseñado por el sionista Henry Kissinger, secretario de Estado norteamericano, mano derecha del presidente Richard Nixon, así como fue alentado con todo por las corporaciones mineras como la Anaconda Minning Company y la corporación. de telecomunicaciones ITT, en represalia por la nacionalización del cobre y las telecomunicaciones implementada por el gobierno de la Unidad Popular. Asimismo contó con la complacencia de la oligarquía del Partido Nacional, y desde luego los paramilitares de la ultraderecha fascista de “Patria y Libertad”, así como con la venia o complicidad por omisión -eso sí, más disimulada y circunspecta- de parte de la Democracia Cristiana encabezada por Eduardo Frei padre.

El saldo trágico: más de 30 000 detenidos- desaparecidos; sucumbió la flor y nata del activismo del movimiento obrero, estudiantil, popular, mapuche, del arte y la intelectualidad de izquierda. Entre ellos destaca el gran cantautor Víctor Jara, encontrado desfigurado en un predio cerca del río Mapocho el 15 de septiembre. La tragedia de Chile de 1973 demostró categóricamente que la Revolución socialista, incluso la lucha por la independencia real del imperio yanki que nos sojuzga, por la vía electoral controlada por la farsante democracia burguesa, lleva a un callejón sin salida de derrota trágica y sangrienta, como ocurrió en Chile en 1973, o a las más aberrantes traiciones del reformismo acomodado al los régimen capitalista.

PORQUE El COLOR DE LA SANGRE JAMÁS SE OLVIDA: NI PERDÓN NI OLVIDO: ¡JUSTICIA!