“El Diablo” no es el criminal más peligroso de este país

CARGA CON RESPONSABILIDAD EN LOS 6 000 MUERTOS que esperaban atención médica urgente en las listas de espera de la CAJA
Por Manuel Sandoval
No somos sicólogos y no vamos a especular. En los tres años de su Administración se ha hecho evidente, sin embargo, que Chávez experimenta una necesidad muy profunda de antagonizar, ofender y ponerle el zapato a la gente. El video de su visita a La Reforma lo retrata en su pequeñez moral.
Con un desprecio profundo hacia los reos se acerca a cien metros, protegido por un fuerte dispositivo policial y una reja, y en medio de una manifestación de fuerza, preparada previamente con la exhibición de armas hechizas, celulares y otros objetos decomisados, el hombre poderoso amenaza con volver de sorpresa. Pareciera como que el penal está en manos de los reos, que hacen y deshacen con la complicidad de la policía. El hombre macho llegó a imponer orden y a barrer los “privilegios” que les habrían dado jueces y magistrados, situación que hace que vivan mejor en la cárcel que el costarricense promedio.
La lectora y el lector deben ponerle atención a esta parte del discurso (que repite casi al pie de la letra lo que dice Bukele, que frecuentemente alardea de que los presos ya no comen ni pollo ni carne porque es injusto que vivan mejor que el promedio de los trabajadores salvadoreños). Bukele parece no darse cuenta de que se le va de más la lengua, porque lo que hace es confesar abiertamente su despreocupación por la pobreza en que mantiene sumido al pueblo salvadoreño.
Chávez, por su parte, repite este discurso venenoso para justificar las políticas de austeridad que viene implementando su gobierno para reducir el gasto público y no tener que socarle la faja a los grandes evasores del Fisco. Aunque las estadísticas oficiales y los académicos de las universidades se las arreglen para maquillarlo, como resultado de las políticas de esta Administración continua el empobrecimiento de los sectores populares y por más que el ministro de Seguridad jure e insista en que están controlando la violencia pandillera y la actividad del narco la verdad es que resuelta como El Salvador de Bukele, desde donde todavía se exporta coca a gran escala y aparentemente es el gran competidor de CR “en este rubro comercial”.
Para tener “responsables” de los logros pobres de esta Administración, Chávez la está emprendiendo ahora contra los reos, presentando las condiciones de hacinamiento y mala alimentación en las cárceles como “privilegios”. Indudablemente, Nogui Acosta quiere recortar unos milloncillos del presupuesto de Adaptación Social, degradando aún más las condiciones de vida de los presos y borrando programas necesarios de rehabilitación social.
En el video de la visita a La Reforma se proyecta la imagen de un Chávez super valiente por visitar este recinto penitenciario, que presentan como el centro de poder del narco y las mafias de todo tipo que hay en el país. Muy conveniente –claro está- para tender cortinas de humo sobre los bancos con dólares del narco, los empresarios mañosos que estaban al Fisco y más de un vecino de Chávez en Monterán.
Chávez enfrenta cantidad de procesos judiciales de todo tipo y a lo mejor que se tira de candidato a diputado para tratar de conservar impunidad. Tenemos vaticinado que si no le va bien a las fichas que va a mover para las elecciones–y es muy probable que así sea-, la gran burguesía del país lo va a meter preso para anularlo políticamente. La cúpula del Poder Judicial se mueve conforme a la música que le tocan el PLN y las fracciones más poderosas del capital.
Por eso, como la justicia es de clase, Chávez será juzgado y condenado en torno a procesos “menores”: Los manejos irregulares en torno al financiamiento del PPSD en la campaña electoral pasada; el regalillo millonario que recibió su amigo Choreco de parte del empresario Christian Bulgarelli por los buenos oficios de Chávez para que se le diera un contrato para publicidad del gobierno con fondos que donó el BCIE; la concesión de las obras del Aeropuerto de Liberia a MECO con un costo extra de más de 1 000 millones con relación la otra empresa licitante (asuntillo en que Chávez ha tratado de lavarse las manos achacándole la responsabilidad al exministro Amador del MOPT) y más de treinta denuncias de diversa índole: calumnias, abuso de poder, tráfico de influencias y otras bellezas por el estilo.
En la realidad, sin embargo, Chávez, Marta Esquivel y otras de sus fichas en la Caja tendrían que ser condenados a prisión de por vida, porque con la labor de sabotaje que han realizado en la Institución, tratando de favorecer procesos de privatización, SON RESPONSABLES DE CASI 6 000 MUERTES AL DÍA DE HOY, vinculadas de una u otra forma a la falta de tratamientos médicos de urgencia que estos pacientes requerían.
Dudamos mucho de que la Justicia Burguesa los vaya a procesar por esto (sería muy peligroso porque el gobierno que suceda a Chávez también va a aplicar políticas de austeridad que afectarán el financiamiento de la seguridad social). Probablemente será en torno a los procesos “menores” que vendrá alguna condena (al final no tan dura), y el resto de las acusaciones se extinguirán lentamente en los vaivenes de los trámites judiciales (sin que Chávez haga mucha alharaca esta vez por lo lento de la Justicia Burguesa). Tendrían que ser las organizaciones obreras y populares, encabezadas por los sindicatos de la Caja, las que le hagan un juicio a Chávez y los saboteadores de la Seguridad Social por el crimen masivo que han cometido con la gente en las listas de espera. Desgraciadamente, los sindicatos de la Salud tienen una política de denuncias y coqueteo con las autoridades de la Caja. Siguen sin una campaña para que el gobierno y las autoridades de la Institución se muevan a resolver el problema clave de la falta de especialistas.
La inmensa mayoría de los presos son personas que en algún momento de sus vidas (por las razones que sea) equivocaron el camino. En una sociedad capitalista marcada por las desigualdades sociales y la explotación del trabajo humano, la Justicia Burguesa no trata igual a pobres y ricos. -Que lo diga el exministro Batalla, que frenó procesos judiciales en su contra por supuesto acoso sexual a trabajadoras de sus empresas, pagando sumas millonarias. Chávez dijo que lo ignoraba y que no le hubiera importado para nombrarlo ministro, no sólo porque él mismo sufrió una condena de este tipo en el Banco Mundial: sino también porque Oscar Arias había actuado como el ministro Batalla hace unos años. Es la doble moral de la burguesía costarricense y estas gentes sólo excepcionalmente van a la cárcel.
Rechazamos por eso que se someta a maltratos y condiciones de vida inhumanas a la gente del pueblo que ha delinquido. Hay que garantizarles su rehabilitación social a través del estudio, la capacitación laboral y la convivencia armoniosa, aun cuando algunos no puedan ser liberados por la gravedad de las faltas que cometieron.
Las personas que Chávez vio despectivamente desde lejos en La Reforma, por más espantosos que sean los delitos que cometieron, han sido menos dañinas para la sociedad costarricense que muchos de los políticos burgueses que nos han venido empobreciendo con las políticas de austeridad y el robo de los fondos públicos. Con justa razón los presos se van a sentir mal cuando Chávez y sus secuaces lleguen a la Reforma el año entrante a convivir con ellos. Ninguno de estos presos es responsable de crímenes en escala masiva como los que se están cometiendo en la Caja.
Son gente menos dañina y peligrosa que Chávez y sus secuaces. Para los presos será una prueba del respeto hacia los semejantes que deben desarrollar para reintegrarse a la sociedad.