Honduras: ¿CUÁL INDEPENDENCIA?

13/09/2020
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NO HAY NADA QUE CELEBRAR Y SÍ MUCHAS RAZONES PARA LUCHAR

A continuación reproducimos el texto borrador que nos han hecho llegar las organizaciones que promueven una amplia movilización contra la narcodictadura de Juan Orlando Hernández en Honduras, el próximo martes 15 de septiembre.

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Cada 15 de septiembre las elites gobernantes de Centroamérica declaran el aniversario de la mal llamada “independencia nacional”. Estas élites tienen motivo para celebrar porque para ellas significó el paso del poder de la colonia española a manos de los terratenientes y gobernantes criollos, pero para el Pueblo la declaración de 1821 no significó ningún cambio; fue solo un show para que la verdadera Liberación Nacional no fuera conquistada por el Pueblo. De hecho, Francisco Morazán, quien luchó contra esta oligarquía vende patria, fue fusilado precisamente el 15 de septiembre de 1842 por luchar contra la continuación del conservadurismo neocolonial. 

La narco-dictadura hondureña celebra esta farsa en medio de un espectáculo de pompones y piernas por internet, pretendiendo ocultar que en Honduras se ha impuesto el reinado de una dictadura corrupta, narco criminal, vendepatria y fraudulenta con el apoyo de la Embajada norteamericana. En ese sentido, las cadenas de hierro de ayer fueron sustituidas por las cadenas de la impagable deuda externa y servilismo político al imperio de hoy, por la presencia de tropas gringas e israelíes que mancillan nuestro suelo, por las Ciudades Modelo que se pretenden imponer en la zona sur y en Roatán expropiando la soberanía territorial de Honduras. 

Como lo hicieron en su tiempo los gobernantes criollos, también la narco-dictadura desarrolla una política de despojo y saqueo de los recursos minerales, hídricos y turísticos del pais en beneficio de los nuevos colonizadores extranjeros. Los Pueblos Originarios, que han habitado estas tierras antes de que Honduras se llamara Honduras, son los más afectados. Nuestro hermanos indígenas y negros son sometidos por los modernos conquistadores a un estado de terror mediante la persecución, el secuestro y la masacre de sus líderes, como ocurre con el secuestro de cuatro dirigentes garífunas del municipio de Triunfo de la Cruz, Atlántida; el encarcelamiento de los siete lideres defensores del agua de Guapinol, Colon; las masacres contra indios tolupanes en el municipio de Yoro, Yoro; el asesinato de activistas ambientalistas en Choluteca; y la persecución judicial contra el liderazgo ambientalista en Azacualpa y en La Tigra, Francisco Morazán; en Zacate Grande, Valle; las comunidades aledañas al rio Gualcarque en Intibucá; y un largo etcétera de comunidades afectadas por el capitalismo extractivista.

De la misma forma como los conquistadores explotaban la mano de obra indígena, hoy día se comete una terrible injusticia laboral contra la clase trabajadora hondureña con la excusa de la pandemia. Se obligó a la clase obrera en las maquilas y otras empresas a ir a trabajar cuando la enfermedad estaba en su pico, además de sufrir despidos masivos, suspensiones laborales, rebajas de salarios, recorte de vacaciones y otros abusos más. A los trabajadores de la salud cual si fueran esclavos se les obliga a trabajar sin equipos de bioseguridad, razón por la que han muerto asesinados por la negligencia gubernamental más de 40 médicos y un número similar de enfermeras. 

Asimismo, a las maestras y maestros, y demás empleados públicos, se les retrasa el pago de sus salarios al antojo del gobierno; pero aún más, pende sobre el magisterio la posibilidad del cierre del año escolar con la excusa de la “promoción automática” para ahorrarse los salarios de esos meses a costa de echar a la basura lo trabajado por docentes y estudiantes durante la pandemia. Por otro lado, mientras a las maestras y maestros se les deduce sin piedad los intereses de sus deudas, el gobierno condona a las instituciones educativas privadas el cobro de los intereses de las suyas, favoreciendo a los dueños y perjudicando a los maestros que laboran en estas a quienes se les sigue deduciendo la cuota al INPREMA. 

Fiel a los terratenientes modernos, mediante el PCM-030-2020 el desgobierno usurpador entrega a los agroexportadores privilegiados las mejores tierras nacionales, ejidales y fiscales, disque para sembrar granos básicos, negándolas a los campesinos y campesinas que son los que siempre han sostenido la seguridad alimentaria del país. La ridiculez de este desgobierno llega al extremo de liquidar BANADESA y descapitalizar la SAG y el INA para entregar 4 mil millones de Lempiras a un programa disque de “desarrollo agrícola”, dirigido por las Fuerzas Armadas, como una forma de pagarle el servicio que le da al dictador por reprimir al pueblo y hacerse el desentendido del tráfico de drogas.

Por su parte, la banca usurera nacional aprovecha la misma excusa del COVID 19 para hacer clavos de oro cobrando a los usuarios financieros montos exorbitantes y abusivos de intereses. No se queda atrás la recién privatizada ENEE, las empresas de telefonía celular y las grandes casas comerciales cobrando cuentas elevadisimas e ilegales que tienen en la quiebra a los micro y pequeñas empresas.

Por otro lado, el sistema de injusticia hondureño se asemeja a las cortes de la monarquía española que solo favorecían los intereses de los colonos y los conquistadores. Hoy día se aplica una justicia para los pobres y luchadores sociales y otra para los ricos y sus mandaderos. Basten algunos ejemplos: Septiembre fue inaugurado dictando tres años de prisión preventiva contra los jóvenes Cesario Félix Padilla, Sergio Ulloa Rivera y Moisés Cáceres Velásquez, siendo su único “delito” defender los derechos humanos de los estudiantes universitarios. Similar amenaza pende sobre otros 13 compañeros estudiantes y trabajadores universitarios. Se mantiene el proceso injusto e infundado contra los presos políticos Rommel Baldear Portillo, acusado por presión del imperio gringo; y Josep Castillo, de Choluteca. Y para variar, se le da dilatorias al proceso judicial contra David Castillo, uno de los asesinos de Berta Caceres. 

Asimismo, se ha desatado una persecución contra periodistas como Milton Benítez, director del Programa “El Perro Amarillo”; Rony Martínez, de UNE TV; Jairo López de Choluteca; por informar verazmente al Pueblo. Ni siquiera diputadas de oposición como María Luisa Borjas se han salvado de esta persecución judicial por denunciar a los asesinos, los corruptos y criminales en el poder. 

Por otro lado, la ola de feminicidios continúa siendo una de las más elevadas de Latinoamérica sin que el Estado se preocupe por castigar a los responsables; es que las mujeres importan para el gobierno solo cuando se trata de explotar su figura de palillonas pero no cuando son asesinadas ni violentadas. No menos importante es el abandono en que el desgobierno mantiene a nuestras hermanas y hermanos migrantes en el exterior y a los que son retornados forzosamente a Honduras. Este régimen es responsable de que nuestros compatriotas se vean obligados a buscar refugio en otros países y del apoyo que debe darles desde los consulados en los países de paso. 

Mientras esto ocurre, los verdaderos asesinos de la Patria, corruptos y criminales del narcotráfico se han dado un gigantesco festín con los multimillonarios recursos de la pandemia sin responder a la pregunta “¿Dónde está el Dinero?”. Compras de equipos inservibles, ventas sobrevaloradas y vergonzosas estafas y, de remate, la compra de siete hospitales-chatarra a precios estratosféricos y supuestamente “extraviados”. El robo sistemático de la pandilla criminal en el poder ha asesinado a miles de compatriotas que murieron de COVID 19 por no contar con medicamentos, centros de asistencia oportunos y atención de calidad.

Pero ante estos casos de corrupción institucionalizada, la justicia voltea a ver hacia otro lado. El mismo sistema sicarial-judicial que se ceba contra los humildes y luchadores, favorece a los poderosos del dinero y del poder, mediante sobreseimientos y tratos privilegiados, como ocurre con decenas de diputados incriminados en el Caso Pandoros, la liberación de la señora Rosa Elena de Lobo, Mario Rojas, Elvin Santos Lozano (padre), Miguel Rodrigo Pastor, entre otros desvergonzados corruptos. Todos estos son beneficios del nuevo Código Penal inconstitucional cuya vigencia se impuso precisamente para criminalizar a los luchadores y luchadoras, y beneficiar a los delincuentes de cuello blanco.  

Asimismo continúa indetenible la militarización del país. No les bastó con darle los mencionados 4 mil millones a las Fuerzas Armadas porque también fueron nombradas administradores de los hospitales-chatarra y coordinadores de la Comisión Interventora de INVEST-H, cuyo primer acto fue negar información a la prensa sobre el manejo de estos.

Y por si lo anterior fuera poco, desde el poder se manipula la organización de los próximos comicios primarios y generales, con los que pretende asegurar la continuación de esta narco-dictadura mediante la aprobación de una nueva Ley Electoral que niega la posibilidad de la segunda vuelta electoral. Eso nos lleva a la convicción de que no habrá elecciones libres mientras haya narco dictadura.

Por todo lo anterior, las organizaciones abajo firmantes sostenemos que este 15 de septiembre NO HAY NADA QUE CELEBRAR Y SÍ MUCHAS RAZONES PARA LUCHAR hasta alcanzar la verdadera liberación nacional de Honduras. Por tanto, llamamos al Pueblo hondureño a reconquistar las calles y plazas públicas en cada departamento del pais, según la programación, lugar y hora que los movimientos sociales indiquen a fin de recuperar nuestra dignidad, y así encaminarnos a construir la Patria Grande que Morazán soñó y la Nueva Sociedad que el Pueblo hondureño merece.

Tegucigalpa, M.D.C. 15 de septiembre de 2020