Jaguar yu?, Mr. president
Por Franklin Quesada
Una vez más sale a relucir lo populista, lo cómico y lo carebarro que es Rodrigo Chaves. Viene a decirnos que Costa Rica está muy bien, hablando de la economía jaguar, haciendo alusión a los llamados tigres asiáticos, cuando sabemos que desde hace rato nos vienen dando diez con hueco, que nos prometieron cielo y tierra en las elecciones, pero ahora siempre sale este gobierno con domingo siete.
Haciendo alarde de sus “encantos”, la bestia sale de su madriguera para ver cuantas víctimas se lleva entre su malformado hocico. El mentado felino, en la envestidura de un jaguar, pretende encantar a toda esta fauna de incautos, para luego devorarlos. Es increíble que a estas alturas haya criaturas tan inocentes en nuestros bosques que andan creyendo que las leyes y las medidas de otras selvas pueden aplicarse en nuestro trópico.
Nos vienen desde hace décadas con el cuento de la Ley de la Selva, que el más fuerte es el que gana, que los pobres y débiles nos tenemos que resignar porque así es la vida y así es la naturaleza. Sólo les falta decir que la cosa es como es porque así lo quiere Tatica Dios.
Pero don Jaguar se pasa. Viene a proponernos una ley disque Jaguar, cuando sabemos que en realidad es la Ley Chorizo: una ley para seguir robando, igual que siempre, pero ahora con total impunidad, sin ningún control. Así como se están robando las tucas en Gandoca, así como pretenden robarse el BCR, así como quieren robarse el ICE, o lo que queda del ICE que todavía no nos han robado. Pero ahora quieren que la robadera se pueda hacer sin que naide ponga un estate quieto, ni siquiera vamos a tener derecho al berreo si se aprueba la Ley Chorizo.
Pero además viene a decirnos don Jaguar, con total desfachatez, que si la Asamblea Legislativa no conviene en vender las joyas de la abuela y no hace lo que le dictan sus compadres (compadres hablados, por supuesto) que son los que quieren hacer mesa gallega con lo poco que nos queda, que van a impulsar un referendo. Como si tuviéramos tan flaca la memoria y no nos acordáramos que la última gran estafa, aquella del TLC con los gringos, nos la aturusaron con ese remedio tan jodido que dicen que muy democrático, pero a la hora de la hora, hasta los comentaristas gringitos de esas cadenas de televisión de allá de mayami tuvieron que ver con el mentado frauderendo.
Y no es que uno crea que la Contraloría General de la República sea la tapa del perol, ni la mamá de los tomates, pero por lo menos sirve pa que hagan la pantomima, pa que no le roben al pueblo con total descaro y que al menos nos demos cuenta de que nos están asaltando. Si con la Contraloría ya se robaron el Banco Anglo, ya nos zamparon lo de la Caja Fischel, la trocha mocha de doña Laurita, lo del Cementazo y tanta vaina que uno ya ni se acuerda de tanta robadera… ¡Ahora, imagínese usté, sin ningún control! ¡Nombre, si la cosa va a ser como burro amarrado contra Jaguar suelto!
Pero, ¡vean, gente!, yo no venía no más a quejarme como en canal 6, sino a hacerles una propuesta. Yo sé que la cosa está pal tigre (o pal Jaguar, no sé) y que andamos siempre corriendo detrás del cinco pa llegar a fin de mes. Tras de eso a don Jaguar se le ocurrió recortar las becas escolares y ya los güilas no pueden ni llevar un gallito a la escuela, cuando es que alcanza pa los pases. Tras de eso don Jaguar está saboteando los servicios de la Caja como nunca y ya no hay ni citas en los EBAIS, uno se levanta a las tres de la mañana a pasar frio y lo que dan son tres campos. Y va de vuelta uno pa la casa todo serenado y con el mismo dolor de panza, que uno no sabe si es por las piedras o es por el hambre.
Y como la situación ya no se aguanta yo les propongo que hagamos como hizo Tío Conejo con Tío Tigre y que nos avoquemos a la tarea de ver como despellejamos un jaguar. Porque los cuentos de mi Tía Panchita, ¡sí que son buenos!, pero ese cuentazo de la Ley de la Selva, eso es pura hablada. Porque lo cierto es que, al contrario, no es el más fuerte el que gana sino el que tiene más ceso y lo sabe usar mejor. Y como dos cabezas piensan mejor que una, la propuesta es que nos unamos y que no nos dejemos, porque somos pobres pero honrados y porque aunque no tengamos mucha fuerza por separado, si nos unimos, somos como un volcán.
Ahora está en nosotros sacar a relucir nuestra malicia indígena para poder dar caza y eliminar a estas criaturas nefastas. Porque ya ha sido mucho con demasiado: ¡hay que ponerle el cascabel al gato! Porque no puede ser posible que ande ahí cualquier patas vueltas jugando de jaguar no más porque huele mucho a manigordo.
Y cuando nos pregunten: “Jaguar law?”, contestemos todos: ¡No, no, y never! Zorry, zorro no traga cuento de la mafia Jaguar Chaves.