La publicidad de JUPEMA
Tiene algún parecido con la del Banco Anglo
Por Manuel Sandoval
JUPEMA mantiene una campaña publicitaria multimillonaria en torno a las bondades del proyecto 22 179 y el éxito de las autoridades de la Institución en la gestión del fondo de capitalización de las pensiones del Magisterio Nacional (RCC). La campaña nos ha hecho recordar las cuñas de televisión que pagaba el Banco Anglo, con Carlos Hernán Robles, gerente de la Institución, hablando, enfrente del edificio central en San José, de que el Banco Anglo era la institución bancaria más exitosa del país. Trataba de levantar su figura y crear una atmósfera de confianza en torno suyo.
Era el 94 y no tardaron en saltar a la luz pública las pérdidas por 55 millones de dólares que tuvo el Banco en una transacción con bonos de la deuda externa venezolana a través de la subsidiaria de Panamá: AVC Valores. El Banco entró en crisis: aparte de las pérdidas mencionadas, se conoció de operaciones y transacciones oscuras; una cartera deteriorada; excesivos gastos generales y de administración; fallas de registro y de control interno; y desacato a recomendaciones del ente regulador. 200 empresarios tenían en sus manos el 50% del crédito, otorgado generosamente desde la Administración anterior, de Calderón Fournier, sin garantías adecuadas. En cierta forma, lo del Banco Anglo fue un anticipo del desarrollo del tráfico de influencias y todos los mecanismos de fraude bancario y financiero que hemos conocido después, con casos tan sonados como los de la Yamber, la telaraña que tejió Juan Carlos Bolaños sobre el BCR desde Zapote, ALDESA y ahora MECO y los Solís.
El 14 de setiembre Figueres anunció el cierre del Banco, dejando la duda si lo hacía para favorecer a algunos deudores. La plata que se prestó sin muchas garantías jamás se recuperó del todo. En el 99, después de algunos meses detenidos, en vísperas de un juicio sobre las pérdidas en la AVC Valores, los hermanos López Gómez, empresarios chilenos que actuaron como comisionistas en el negocio de los bonos venezolanos, huyeron del país. Carlos Hernán Robles y otros directivos del Banco fueron condenados a prisión en otros juicios, pero a la manera de la “justicia costarricense” no dudaron mucho tras las rejas, como tampoco los empresarios Luis Fernando Chanto y Carlos Rodó. (Sólo Carlos Hernán Robles regresó por un tiempito más en el 2009 por involucrarse con una red internacional de tráfico de menores en Guatemala).
Ahora, sin embargo, SON EMPRESARIOS RESPETABLES y don Carlos Hernán Robles fue hasta conferencista y empresario modelo para la INCAE BUSINESS SCHOOL en el 2016.
Con el cierre del Anglo, centenares de trabajadores perdieron sus empleos y el sistema bancario del Estado tuvo que apechugar con las pérdidas, que se estimaron (calculándose hacia abajo) en 16 000 millones de colones de entonces.
NO tenemos la menor duda de que con el proyecto 22 179, el fondo de pensiones de los educadores (RCC) quedará expuesto a los tejes y manejes de muchos Carlos Hernán Robles y hampones internacionales como los hermanitos López Gómez.
Para las/los educadores las consecuencias pueden ser más desastrosas. Con un descalabro financiero como el que provocaron los chilenitos y algunos empresarios costarricenses, sus pensiones pueden terminar brutalmente reducidas.
¡HAY QUE RECHAZAR EL PROYECTO 22 179!
CONTRA LAS MAFIAS FINANCIERAS Y EMPRESARIALES DEL PAÍS, NI LOS JERARCAS DE JUPEMA NI LOS ALCAHUETAS DE LA SUGEF SON GARANTÍA