MEP y COVID-19: ¿La ministra dice la verdad sobre la cantidad de casos positivos?

09/05/2021
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  • Las autoridades del MEP juegan con fuego al forzar la continuidad de las clases presenciales en todo el país.
  • Urge imponer desde las bases la suspensión de clases presenciales en las regiones más afectadas por el rebrote.

Por Jean Moreno Urbina, docente de secundaria

Leyendo los informes disponibles en la página oficial del MEP de “centros educativos aplicando protocolos por casos positivos”, da la impresión que en el Ministerio nos quieren ver la cara de tontos. El título del informe nos da una pista de la trampa: para las autoridades del MEP solo cuentan los casos donde se han activado los protocolos. Si no se activa el protocolo: el caso no existe a los ojos del MEP.

Es muy triste escuchar noticias como la muerte de un profesor el 30 de abril, quien laboraba y se contagió desde marzo en el Liceo Miguel Araya Venegas, en Cañas, Guanacaste. Es preocupante que, a estas alturas, para las estadísticas del MEP ese caso no existió, pues ese centro educativo no figura en ninguno de los listados reportados por el MEP de marzo a la fecha. Teniendo esto en cuenta, podemos asegurar que los 1024 casos reportados en el MEP durante la última semana de abril es apenas una fracción de los contagios reales.

Debemos denunciar la actitud inhumana en el despacho de la ministra. Según el semanario Universidad han fallecido 161 personas jubiladas y 43 personas trabajadoras activas del sector educativo. Podrían morir 100, 200 personas funcionarias del MEP, entre un 0,12% o 0,24% del total, y en el MEP dirían que se trata de un porcentaje muy bajo. Al menos, así lo dejó entrever en la entrevista de 7 días del 3 de mayo la ministra Giselle Cruz Maduro. ¿Cuántos personas trabajadoras del sector educación están contagiadas? ¿Cuántas hospitalizadas? ¿Cuántas han muerto? ¿Y cuantos casos hay en el resto de la comunidad educativa? En el MEP no saben decirlo, pues solo saben contar papeles y protocolos ¡Cuando se trata de vidas humanas! Ya salió la viceministra académica, Melania Brenes, en una entrevista en CRhoy anunciando más “orientaciones y protocolos”, o sea: ¡Más papeles!

También es reprochable el papel de las dirigencias del SEC, ANDE y APSE, los principales sindicatos de educación: Exigen la suspensión de todas las clases presenciales y volver a la virtualidad, pero callan ante la sobrecarga laboral que se vive en las bases magisteriales. ¿Esta gente dónde estuvo metida desde el año pasado? Parece que no se han dado cuenta del desastre pedagógico que está promoviendo el MEP con la virtualidad y los recortes presupuestarios. Pues claro, a estas dirigencias les queda muy cómodo mandar a la guerra de “las clases virtuales” a toda la comunidad educativa sin dar una sola pelea por las condiciones de trabajo, promoviendo la campaña del miedo, y callando ante la exclusión de miles de estudiantes sin recursos ni acceso a internet. La situación es tan crítica que hasta las juntas de educación cada vez tienen menos recursos para sacar copias y otras necesidades básicas de un curso lectivo en modalidad combinada.

Urge que desde las bases de los sindicatos organicemos un paro, en coordinación con las personas encargadas de familia y organizaciones estudiantiles, para imponer un plan de refuerzo que ayude a frenar el rebrote del coronavirus en las zonas con más casos positivos reportados. Si bien, tenemos críticas a la dirigencia del Movimiento Rescate Nacional, es correcta su propuesta de retomar las calles el próximo lunes 10 de mayo, romper con la pasividad de los aparatos sindicales, y protestando con protocolos de distancia y desinfección. Hay que frenar la agenda del FMI, defender las conquistas sociales, la educación pública universal y orientar todos los recursos hospitalarios públicos y privados para atender la crisis sanitaria.

¡Que el MEP pague sus deudas con la Caja!

¡Por un plan de emergencia ante la pandemia! ¡Que se liberen las patentes de la vacuna contra la COVID-19!

¡Que la crisis la paguen los ricos, no la clase trabajadora y el pueblo pobre!

¡Solo el pueblo salva al pueblo!