Prioridades de vacunación
Reproducimos, con el visto bueno de la autora, una nota de opinión circulada en redes sociales sobre la problemática de las prioridades de vacunación en Costa Rica.
¿Por qué no se prioriza la vacunación del personal docente y administrativo del sector educación si cumplen una función considerada esencial?
Por Yury Alfaro
Creo que no hay respuesta lógica, no tiene sentido no vacunarles. Entonces, tal vez sea un tema político.
Este gobierno se encargó de indicar que la docencia es esencial, y la acción que acompañó esta declaratoria fue, básicamente, prohibirles ir a huelga. Si la docencia es considerada esencial, solamente para limitarles su derecho a la huelga, estaríamos de frente a una tiranía.
La esencialidad de la educación se utiliza por el gobierno para limitar los derechos en lugar de promoverlos, no hablan claramente del papel que juegan escuelas y colegios en el aprendizaje, ni mucho menos de la función de cuido y desarrollo de niñas, niños y adolescentes que conlleva, ni del auxilio que esto brinda a madres, padres y personas encargadas ofreciendo un lugar seguro mientras trabajan, sea dentro o fuera del hogar, sea trabajo remunerado o no remunerado, en especial, en familias donde no hay recursos para contratar servicios de cuido y de trabajo doméstico.
Tener que admitir esto, significaría, poner en los primeros lugares al personal para la vacunación. Además, podría crear vínculo más fuerte entre la escuela y la familia, de modo que se comprenda que cuando el o la docente va a huelga también está defendiendo el derecho a la educación y al cuido de niños y niñas, que la huelga de estos sectores representan la defensa de un sistema fundamental.
Hay momentos donde parece una suerte de venganza por huelguistas, por denunciar y “entorpecer” el proceso de instauración de impuestos y recortes de presupuestos ahora son “esenciales”, no pueden ir a huelga y no les vamos a vacunar.
Si la educación es esencial debe haber coherencia, se les debería vacunar inmediatamente, y nunca, jamás, está declaratoria podría pasar por encima de su derecho a la huelga, en especial cuando lo que defienden es esencial para que el sistema educativo siga existiendo y mejore.
El personal docente y administrativo, madres, padres, personas encargadas, niñas, niños y adolescentes deben estar del mismo bando, el pleito no es entre ustedes. Deben unirse y exigir al gobierno que trate a la educación con respeto, y que abra los ojos ante la situación que en estos momentos se presenta: la enfermedad “jugando” quedó escondido por todo el país y que se salve el que se esconda mejor (quien pueda esconderse mejor) mientras las personas encargadas de educar y cuidar y l@s menores de edad se les trata con desprecio.