Pura demagogia: ¡No habrá más crédito barato!
Los candidatos ofrecen crédito barato, pero el banco central lo está encareciendo
Por Manuel Sandoval
La periodista María Flores Estrada-Pimentel publicó un artículo en Universidad comentando el último informe de la CEPAL sobre las perspectivas de crecimiento económico en la región. Con base en las proyecciones y perspectivas del Banco Mundial, la CEPAL reitera que las economías de los países atrasados y dependientes sólo van a recuperar el ritmo de crecimiento pre-pandemia en el 2025, en contraste con las economías desarrolladas que lo estarían recuperando este año.
No vamos a entrar en detalles, porque no es el tema de esta nota, pero debemos señalar que estas proyecciones lo que están señalando es la debilidad subyacente en la economía capitalista global. El impulso a la recuperación se logra en las economías centrales a costas de un endeudamiento colosal de los estados ($14 billones de dólares), lo que ha generado el fenómeno inflacionario que asusta a los capos del mundo financiero, pero no da para jalonar a toda la periferia (más de la mitad de los países de Asia, África y América Latina se están quedando rezagados) y las señales de crisis se acumulan de nuevo en las economías centrales.
Esta referencia al artículo de Universidad viene a cuento, porque desde el Banco Central se ha venido presentando como un gran logro para el país el 7,6% de crecimiento del PIB que se logró el año pasado. No se insiste mucho en que el PIB se hundió en un 4% en el 2020, por lo que en realidad el crecimiento real es más modesto: un 3,9%, un porcentaje al nivel de los últimos años pre-pandemia. Lo que en realidad, en el contexto de un crecimiento anémico de la economía capitalista a nivel mundial que economistas burgueses serios califican como una tendencia de largo plazo, no estaría nada mal si no fuera porque el peso de la deuda, en un contexto internacional de encarecimiento del crédito para contener la inflación, puede aplastar al país y llevar a la burguesía a una ofensiva diez veces más brutal que la que ha llevado a cabo hasta ahora para descargar el peso de la crisis fiscal sobre el pueblo trabajador.
Los políticos burgueses prometen maravillas y deshacerse de la carga de la deuda con tasas de crecimiento del 7% o más, que son como un sueño de opio. (Figueres lo sabe y cómo ya se siente Presidente, ante la burguesía, en La Nación, comenzó a morderse la lengua y hablar de un 5 o un 6%).
Para tener una aproximación más real a las perspectivas de crecimiento con el próximo gobierno (por supuesto que haciendo abstracción de la posibilidad de un rebrote violento de la crisis económica internacional) es preciso ver de adónde sale el 7,6 de crecimiento en el 2021.
Rodrigo Cubero, el Presidente del Banco Central, en un foro en la Academia de Centroamérica, extractó el Informe de política monetaria del BCC que se presentó ahora en enero, señalando el aumento de las exportaciones (19,9%) y de la inversión directa serían responsables de más de tres puntos en el crecimiento del PIB. En medio de la recuperación económica en los Estados Unidos y Europa, que presenta problemas por los altos precios de los hidrocarburos y las materias primas, el alza de los fletes maritimos y cuellos de botella en los encadenamientos productivos globales; nuestro país se ha beneficiado del “near shoring”, de la tendencia a relocalizar producción cerca de Estados Unidos para evitar los problemas de abastecimiento que se han venido presentando.
Cubero no lo dijo, pero la proyección “optimista” de un crecimiento del 3,9% este año y un 4% en el 2023 se fundamenta en el efecto generado el año pasado con la ampliación de las inversiones productivas y las exportaciones. Todas las previsiones indican que la actividad turística va a tardar en recuperarse al nivel del 2019 y a no ser que el próximo Presidente opere un milagro, con los vientos de crisis económica a nivel global que corren no vemos una andanada de inversiones llegando al país. Es difícil pensar por eso que el sector exportador va a garantizar las tasas de crecimiento del 7% o más que prometen los candidatos de la burguesía.
Sin embargo, lo más importante a tener en cuenta para tener claras las perspectivas económicas del país, es que el impulso más importante a la recuperación vino con el aumento del gasto de los hogares (la demanda interna), gracias a la recuperación de empleo, dinero disponible por el ahorro provocado en sectores medios por las restricciones de movimiento de la pandemia y el aumento de liquidez en las familias por la readecuación del crédito a tasas de interés más bajas. (Sobre esto último, sin embargo, no se facilita mucha información porque la oferta de crédito barato no ha privilegiado en realidad los sectores más débiles de la población y el aparato productivo vinculado al mercado interno y la actividad turística familiar, que siguen estando en gran medida con el agua hasta el cuello).
Lo importante a resaltar es que este impulso de la demanda interna (más de cuatro puntos de recuperación del PIB), NO SE VA A REPETIR, en medio de las políticas de reducción salarial, un dólar alto para favorecer a los exportadores y mayor carga de impuestos sobre los sectores populares.
Aunque no solo por eso. El país se enfrenta a una inflación importada (que se transmite mucho con el aumento de la factura petrolera) y frente a esto, la política del Banco Central es restringir la oferta de crédito, encareciendo el costo. Desde diciembre el Banco Central ha hecho dos aumentos de 0,5 en la la tasa de referencia: la Tasa de política monetaria, que ha pasado del 0,75 a 1,75, y promete más de ser necesario. Esto podría cortar en seco el crecimiento de la demanda interna y agudizar los problemas de insolvencia y quiebra en los sectores en problemas.
Suena medio loco, pero no crea la lectora(or) que las autoridades monetarias del país simplemente están siguiendo la política de la FED en Estados Unidos de elevar progresivamente la tasa de referencia para el crédito a fin de contener la inflación. La política de las autoridades del Banco Central refleja los intereses del sector financiero de la burguesía costarricense, para el cual tasas muy bajas pueden significar la fuga de los depósitos bancarios considerables que hay en el país hacia Estados Unidos u otros mercados financieros. El Banco Central juega con fuego, por supuesto, pero sacrificar a los sectores populares NO IMPORTA, mientras se mantenga la danza millonaria en que están los sectores más fuertes de la burguesía costarricense.
Los candidatos de la burguesía ofrecen crédito barato para vivienda popular, las pymes y el pequeño productor agropecuario. Podrían hacerlo con los recursos de los fondos de pensiones, de la banca pública y parte del encaje legal de los bancos, pero no hemos oído a ninguno, sin embargo, referirse a la política del Banco Central. Indudablemente, una cosa es el discurso de campaña electoral y otra diferentísima lo que llegarán a hacer.
¿Será necesario que termine esta nota, señalando que sólo la lucha obrera y popular en las calles puede evitar que el próximo gobierno nos lleve al matadero, sea cual sea el candidato de la burguesía (Figueres, Fabrizio, Lineth o Chávez) que quede como Presidente en abril?