Rebelión en EEUU: También es nuestra lucha
Por Comité Editorial, Bandera Roja
Como todo el mundo lo sabe, en el marco de la pandemia, se han reforzado los controles policiales en todos los países, y también desde los gobiernos se ha criticado cualquier iniciativa de protesta por el riesgo de aumentar los contagios del coronavirus. Pero lo que también sabemos es que, si no luchamos por nuestro derecho a vivienda digna, el derecho a trabajar, y contra muchos de los abusos que comete el gobierno y sus instituciones, nuestra situación puede empeorar dramáticamente. Gracias a la movilización, y no a la “buena voluntad” de ningún político, es que en comunidades como Monte Alto se ha logrado disputar la tierra, se ha luchado por el acceso al agua, hemos denunciado la violencia policial y también mantenemos la lucha por un subsidio al desempleo. Teniendo en cuenta todo lo anterior, debemos entender que nuestra lucha tiene mucho en común, a pesar de las barreras de idioma y de color, con la lucha del movimiento Las Vidas Negras Importan (BLM en inglés) en Estados Unidos.
Desde finales de mayo, en medio de la pandemia, las principales ciudades de los Estados Unidos han sido sacudidas por las masivas protestas contra el racismo y el asesinato de afrodescendientes a mano de la policía. Y a pesar del desgaste, los arrestos y las provocaciones, nuevamente esta semana las protestas se han reavivado. Así sucedió el pasado domingo en la ciudad de Kenosha, en el estado demócrata de Wisconsin. Allí, en un operativo el joven de 29 años, Jason Blake, recibió 8 disparos por la espalda, y ya un par de policías fueron suspendidos, mientras en el hospital el joven lucha por sobrevivir. Durante esta última semana de agosto, las movilizaciones se han vuelto a reactivar en diferentes ciudades y regiones, y también hay nuevos asesinatos, esta vez a manos de supremacistas blancos.
Es en estos momentos que cobra importancia reflexionar que la lucha para combatir la discriminación, también tiene mucho en común con las luchas que mencionamos al inicio del artículo. El derecho a protestar y reclamar es un valor que debemos defender. En EEUU hoy son protagonistas las comunidades negras y sectores solidarios, aquí lo serán los sectores más empobrecidos, sean nacionales, o migrantes, reclamando por el no pago de la deuda, la universalización en los hechos del servicio de salud, y que la crisis la paguen los ricos.
Estamos viviendo una época muy convulsa y las organizaciones populares requieren cambiar sus viejos dirigentes por nuevas camadas de activistas que representen fielmente los reclamos más sentidos, y que entiendan que solidarizarnos con las protestas en EEUU es una oportunidad para fortalecer nuestras luchas aquí. Así cobra mucha importancia extender la invitación a participar en el acto del próximo viernes 28 de agosto en la Embajada de Estados Unidos (Pavas, San José) y hacer sentir nuestra solidaridad internacionalista.