Renuncia del ministro de Hacienda Rodrigo Chaves
A continuación reproducimos extractos del artículo compartido por el compañero Manuel Sandoval Coto. La salida de un ministro clave en la gestión de las finanzas del estado habla de la improvisación y contradicciones internas con la que se está moviendo este gobierno.
Estoy realmente sorprendido del candor con que la ministra de Planificación, Pilar Garrido, le miente al país, diciendo que con su proyecto de Ley de Empleo Público, eliminando los pluses salariales se van a economizar por año 243 000 millones de colones, casi un punto del PIB. Más increíble, sin embargo, es que ni en los medios, ni en los círculos académicos, ni entre los burgueses con “autoridad” para opinar en materia presupuestaria y fiscal, se le cuestionen estos números. La burguesía se tragó el cuento de que recortando salarios y pensiones se reducía el déficit fiscal, y con una pequeña engañifa la Ministra se levanta el piso y crea la expectativa de que la cosa va a funcionar.
– Pues… ¡NO!, y por una simple razón: el peso de los pluses en los salarios de las instituciones autónomas y semi-autónomas viene siendo reducido desde hace rato (en algunas hasta existe el salario único), en el gobierno central se recortaron vía decreto desde junio del año pasado, y con la reforma fiscal comenzó a hacerse en la Caja y el Poder Judicial. La ministra está engañando porque lo que pueden contabilizar como ahorro nuevo es mínimo.
Bueno, pero el proyecto tiene otros méritos, como erigir a MIDEPLAN como el regulador de las relaciones laborales conforme a los planes de desarrollo de la burguesía, para disciplinar a las/los trabajadores del Estado y facilitar su despido. Quizás por eso los burgueses que han captado la engañifa no emplazan a la Ministra.
En torno a Carlitos Alvarado va quedando en el gobierno una “muchachada millenial”, una generación más joven, de pocos escrúpulos y mucha ambición. Chavalos como aquel viceministro que lanceaba en redes oficiales, los “güilas” que armaron una red de espionaje desde Casa Presidencial, y la inefable Pilar Garrido. Haciendo equipo con el polo autoritario del gobierno: los comandantes Salas y Soto. Marcelo Prieto es una figura irrelevante que baila al son que le tocan. La salida de Piza, la exministra de Hacienda Rocío Aguilar (tentáculo de la mafia financiera del país) y ahora de Rodrigo Chaves (tecnócrata formado en los organismos financieros internacionales), le ha quitado consistencia y respeto a este gobierno, haciendo que la calificadora de riesgo Moody castigue de nuevo al país con la categoría de alto riesgo para los bonos costarricenses.
Rodrigo Chaves abandonó el gobierno enojado porque Carlitos no quiso vetar la ley que dejó sin efecto la aplicación de la regla fiscal al gasto de las municipalidades, permitiéndoles gastar otros 100 000 millones de colones por aproximarse la coyuntura electoral. Esta medida venía a descalabrar todo el esfuerzo por contener el gasto público. Se puede tener idea de lo que significa, tomando en consideración que el proyecto de Ley de Empleo Público en el corto plazo no va a generar ni esa suma. El exministro lo atribuyó a falta de inteligencia y testosterona por parte de Carlitos, nosotros lo atribuimos a la ligereza, la inconsistencia y el oportunismo con que se mueve.
Los millenials actúan mucho con poses y gestos. Para camuflar el golpe que significaba la renuncia de Chaves, Carlitos decidió demostrar que sigue apegado a la austeridad fiscal congelando desde ya el pago de la anualidad y cualquier reajuste salarial para el año entrante. Además, decidió demostrar fuerza prescindiendo de tres ministros: Chaves, la ministra de Comunicación (que no la veía en el cargo) y el Ministro de Ciencia y Tecnología (opuesto al desmantelamiento financiero de su Ministerio). Carlitos está confiado de que la gestión del Ministro Salas de Salud frente al Covid-19, ha fortalecido a su gobierno. El personaje tiene algo de vacuo y como que no está percibiendo que el empobrecimiento de los sectores populares, por lo insuficiente y limitado del Plan Proteger, y una Reactivación que no se ve de dónde puede venir con las políticas que esboza el gobierno, puede estar dando al traste con la credibilidad y el sostén al gobierno como reacción inicial ante la pandemia.
Como el jefe Alvarado, los millenials maniobran a escondidas, usan el garrote sin asco si lo necesitan para hacer “consenso” y pregonan en público su fe en el diálogo. Pilar Garrido dice que el proyecto de Ley es resultado de una amplia consulta, y aunque sí se lo consultaron a los burócratas del Magisterio Nacional (por algo guardan silencio), Albino Vargas, siempre dispuesto a rendirse si lo llaman a Zapote, denuncia que no fue así.
Si las luces de este gobierno vienen desde MIDEPLAN, el descalabro que puede haber va a ser trágico.
Consecuente con su enfoque de tecnócrata, en su carta de renuncia, Rodrigo Chaves insiste en algo que ya había señalado: después de recortar salarios y pensiones, lo que sigue es frenar la evasión fiscal. No vamos a especular si hubiera tenido testosterona para dar esta batalla. En su trayectoria ha sido un funcionario obediente del Banco Mundial.
El fracaso de la austeridad fiscal y la dinámica incontrolable de endeudamento y crisis fiscal, obligarán a Carlitos y los millenials más rápido de lo que nos imaginamos a aplicar el programa de la UCCAEP de hacer un recorte más violento de los salarios y las pensiones (eliminando el aguinaldo y el salario escolar). El Banco Mundial, con Rodrigo Guardia, Presidente del Banco Central, comenzó a propagandizar en la burguesía la salida para ellos inevitable: un aumento del IVA del 13 al 15%. ¡Que nadie se engañe: si el agua comienza a llegarles al cuello, Carlitos y los millenials aplicarán estas medidas!
Todas las burocracias sindicales siguen en confinamiento, “enfrentando” al gobierno en el espacio virtual. ¡Que sigan así! La oleada de luchas que hay a nivel internacional, con su pico en estos momentos en Estados Unidos, parece que es tan contagiosa como el Covid.
Aquí puede ver la carta de renuncia