Una vez más, las dirigencias de ANDE, APSE Y SEC venden al magisterio nacional
El lunes antepasado, en la Comisión Legislativa que tramita varios proyectos para limitar el derecho a la huelga en el sector público, se anunció que todavía no daría a conocer la redacción final de los dos principales: el 21 049 del diputado Carlos Roberto Benavides y el proyecto para prohibir las huelgas en los servicios esenciales, porque las cúpulas sindicales estaban pidiendo más tiempo para negociar. A nosotros, sin embargo, nos pareció que era una decisión política de alto nivel entre el PAC y el PLN, para permitir que el MOVIMIENTO HONESTIDAD ganara las elecciones en la APSE, al día siguiente, martes 30, y permitirles que profundizaran el proceso de capitulación con el gobierno en el que vienen desde hace rato.
La estrategia de las cúpulas magisteriales de movilizar cada una por su lado y no convocar a una lucha unitaria del movimiento de masas contra el IVA y los proyectos antisindicales, en el caso de la dirigencia de la APSE estaba al servicio de engañar a las bases para aparecer como una dirigencia luchadora y al mismo tiempo tender un puente para llegar a Casa Presidencial. La dirigencia de la APSE impulsó una huelga pasiva y evitó cuidadosamente impulsar la dinámica hacia una huelga general que se comenzó a dar en julio. En lo mejor de la movilización estudiantil, la dirigencia apsina les dio la espalda y dejó que Albino los instrumentara para abrirse paso hacia Zapote.
Ayer jueves, vergonzosamente, cuando ya había finalizado la Asamblea Ordinaria de la APSE, la Comisión legislativa hizo público el acuerdo alcanzado, que ya había sido firmado por los diputados que negociaron y los dirigentes magisteriales, incluida Mélida Cedeño, la Presidenta de la APSE. Algo escandaloso y sin precedente en la APSE, donde este tipo de acuerdos se tenía que someter antes de firmarlos a consulta de las bases. Incluso, peor de repulsivo, porque en la sesión inaugural de hoy, cuando presentó el informe de la Junta Directiva, Mélida Cedeño en ningún momento planteó que existía el acuerdo y ya estaba firmado.
Limitar las huelgas a 10 días discontinuos o tres semanas, antes de someterlas a un arbitraje forzoso en terreno del enemigo, es una grave limitación. Peor aún si escuelas y colegios deben mantenerse funcionando con servicios básicos. Explícitamente, incluso, las dirigencias magisteriales cometen la misma traición que cuando aceptaron que las trabajadoras de comedores escolares no podían ir a ningún movimiento de huelga y ahora no sólo con el personal administrativo (sometido a salarios de hambre y pésimas condiciones laborales), esta vez también le dieron una puñalada de frente a las compañeras(os) de educación especial. ¡Qué quedó en el resto del proyecto es un secreto bien escondido por Mélida y sus congéneres de ANDE y SEC!, PERO NOS TEMEMOS LO PEOR, porque sabemos que los burócratas de la OIT han estado presionando para que se imponga el rebajo salarial aunque la huelga sea declarada legal.
Esta decadencia moral y política de las cúpulas de Magisterio nos parece que obliga a sacar del poder a un grupo tan descompuesto de dirigentes.