EMPUJADO POR JUPEMA Y LAS OPERADORAS PRIVADAS DE PENSIONES COMPLEMENTARIAS (OPC)
Por Manuel Sandoval
La semana antepasada, en la edición de mediodía del miércoles 21 de octubre, una periodista de REPRETEL comentaba como una gran cosa para las pensiones que el dólar estuviera subiendo, porque entonces los pensionados iban a recibir más plata. La muchacha no dejó claro que hablaba de los fondos de las pensiones complementarias, cuyos jerarcas (impulsados por Rocío Aguilar y Nogui Acosta desde la Superintendencia General de Pensiones (SUPEN), están lanzando la plata a Wall Street. La ley 22 179 se aprobó al día siguiente en segundo debate y será entonces hasta los próximos meses que los ejecutivos de Junta de Pensiones del Magisterio Nacional (JUPEMA) empiecen a jugar en el casino de Wall Street con el dinero del fondo de pensiones de los educadores (RCC).
Como hay una millonada en gastos publicitarios de JUPEMA para realzar la imagen de don Carlos Arias, el Director Ejecutivo, y alabar las bondades que prometen las inversiones en Wall Street y los negocios con las mafias financieras y empresariales del país en el marco de la nueva ley, uno no sabe si la periodista actuaba de buena fe limitada por su falta de formación, o fue una política de la empresa ocultar (como han hecho todos los medios a excepción de La EXTRA) el hecho informativo principal: que las OPC tuvieron pérdidas sustantivas en Wall Street en setiembre, de decenas de miles de millones de colones. (Rocío Aguilar no ha querido responder al emplazamiento que le hicimos públicamente para que dijera de cuánto son estas pérdidas).
Lo concreto es, sin embargo, que si las pensiones no se pagaran sobre la base de proyecciones, el monto que recibiríamos estaría significativamente reducido, como reconocieron los ejecutivos de las OPC en la Extra (ver una nota en nuestro perfil de Facebook). Esperan no tener que rebajarlas, ganando en el casino en los próximos meses.
Repetimos, por limitaciones o por el negocio de REPRETEL recibiendo publicidad de JUPEMA, la periodista sólo hizo un comentario banal destacando que las pensiones iban a subir con el alza del dólar. Pensando un poco la cosa, cualquiera se puede dar cuenta que si el dólar sube (como está ocurriendo en estos momentos) el que recibe colones, aunque reciba más, va a ver reducida la capacidad adquisitiva de su salario o su pensión. Sólo los exportadores se benefician y los circuitos financieros que captan dólares del narco o los grandes evasores del fisco. Con la suba del dólar está esbozándose un proceso inflacionario, que si se acelera un poco, puede empobrecer violentamente a los sectores populares.
El reportaje de REPRETEL está olvidado, pero lo trajimos a mientes porque el vellocino de oro de las inversiones en Wall Street ha resultado como una kriptonita que puede debilitar y desplomar al colón, disparando la inflación.
¿De qué hablamos?
De los fondos de pensiones se quieren desviar a inversiones en Wall Street unos 9 billones de colones (dato actualizado de Rocío Aguilar), lo que en el caso de JUPEMA se haría progresivamente. En Wall Street no reciben colones. Hay que comprar dólares en CR lo que aumenta la demanda y el precio a pagar por los dólares.
La señal de alarma ha partido nada menos que de Rodrigo Cubero, el Presidente del Banco Central, en el Informe de Política Monetaria. Para favorecer a los exportadores, Cubero ha permitido que el dólar suba gradualmente limitando las intervenciones del Central en el mercado (las ventas de dólares para frenar la carrera alcista se limitan a quitarle fuerza cuando calienta). Ahora está preocupado de que se pueda perder control del proceso: “Las inversiones que están realizando las operadoras de pensiones en instrumentos en dólares, especialmente en el extranjero, han venido a agregar una fuerte presión sobre el tipo de cambio. Debido a ello el Banco Central plantea que debe existir alguna forma de regularlo.”
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